Como cada día comenzamos la oración saludando al Señor: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Hoy es el último día del primer trimestre, por eso queremos hacer una oración sencilla.
¿Qué es lo mejor que te ha pasado?
¿Cómo te has sentido?
¿Con quién lo has compartido?
Damos gracias a Dios por todo lo que hemos vivido, compartido y aprendido juntos.
El tiempo de Adviento finaliza, porque nace el niño Jesús. Y nacerá en todos nuestros corazones, si continuamos poniendo luz, como lo hemos hecho en este tiempo de espera.
En aquellos días, María se levantó y puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazarat, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Él ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?»
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido en hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Libro del origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.
Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés engendró a Esrón, Esrón engendró a Aran, Aran engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rajab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.
David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón engendró a Roboán, Roboán engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Jorán, Jorán engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós engendró a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.
Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquín, Aquín engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Cristo, catorce.
Cuando se marcharon los mensajeros de Juan, Jesús se puso a hablar a la gente acerca de Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? ¿O qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con lujo? Los que se visten fastuosamente y viven entre placeres están en los palacios. Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. Él es de quien está escrito: "Yo envío mi mensajero delante de ti para que prepare el camino ante ti." Os digo que entre los nacidos de mujer nadie es más grande que Juan. Aunque el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él.»
Al oírlo, toda la gente, incluso los publicanos, que habían recibido el bautismo de Juan, bendijeron a Dios. Pero los fariseos y los maestros de la ley, que no habían aceptado su bautismo, frustraron el designio de Dios para con ellos.
En aquel tiempo, Juan, llamando a dos de sus discípulos los envió al Señor diciendo:
«¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?».
Los hombres se presentaron ante él y le dijeron:
«Juan el Bautista nos ha mandado a ti para decirte: “¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?”».
En aquella hora Jesús curó a muchos de enfermedades, achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista.
Y respondiendo, les dijo:
«Id y anunciad a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados. Y ¡bienaventurado el que no se escandalice de mí!».
Buenos días a todos, seguimos adelante una semana más con la alegría de que pronto nacerá alguien muy especial para todos, y para ello tendremos que seguir haciendo el bien.
- ¿Qué piensas sobre lo que acabas de ver?
- ¿Cómo se sentirá la niña?
- ¿Y el hombre que vive en la luna?
Al final, la niña es un ejemplo de hacer el bien al igual que nuestro padre Dios. Nosotros estamos llamados a seguirle, ayudando a los demás.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero”. Pero después se arrepintió y fue.
Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no fue.
¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?».
Contestaron:
«El primero».
Jesús les dijo:
«En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis».
Buenos días a todos, ¿qué tal os han ido estos días? es el momento de compartirlo.
Comenzamos la oración el el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Vamos a comenzar una nueva aventura, no será una cualquiera sino que de ella aprenderemos a superar las dificultades, los miedos e incluso los cambios que ocurren en nuestras vidas.
- ¿Quién es Rocky?
- ¿Dónde nació?
- ¿A qué lugar se mudó y encontró a su familia humana?
- ¿Qué le ocurrió?
Todos nos encontramos con dificultades, pero es muy importante aprender a superarlas. Esto nos los enseñó Jesús y nos lo sigue enseñando día a día.
En Adviento también es momento para recordar a todas aquellas personas que nos ayudan a superar nuestras dificultades y miedos, a acompañarnos, y también el de ayudar a los demás. En este momento damos las Gracias.
En aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle:
«¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?».
Jesús les replicó:
«Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?».
Ellos se pusieron a deliberar:
«Si decimos “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?”. Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta».
Y respondieron a Jesús:
«No sabemos».
Él, por su parte, les dijo:
«Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».
«En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.
Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina».
Buenos días a todos, comenzamos un nuevo día con la ilusión y la magia que provoca estar contentos, alegres.
No podemos vivir adormilados solamente pensando en los regalos, porque esto no nos hace ser felices.
ADVIENTO es tiempo de despertarse con alegría, el reloj del adviento nos impulsa y despierta, invitándonos a permanecer despiertos, vivos y comprometidos. Con un destino claro, Belén.
En aquel tiempo, Jesús, se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él.
Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.
La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino».
Los discípulos le dijeron:
«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?».
Jesús les dijo:
«¿Cuántos panes tenéis?».
Ellos contestaron:
«Siete y algunos peces».
Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente.
Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.
Buenos días a todos, comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Pronto llega Navidad y siempre que llega una celebración tan importante, debemos prepararnos con cariño e ilusión. Este tiempo de espera se llama ADVIENTO.
Se nos pide estar despiertos/as, que no olvidemos nuestros sueños y descubramos el sueño que tiene Jesús para ti.
Caminando por la ribera del mar de Galilea Jesús vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron.
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Le contestó:
«Voy yo a curarlo».
Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».
Comenzamos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Terminamos la semana dedicada a Calasanz. Mañana sábado es su día. Calasanz llegó a ser santo porque escuchó en su corazón que la manera de ayudar a los niños era la manera de servir a Dios. Y fue el primero que hizo colegios para pobres, porque él quería que todos sintieran que somos hijos de Dios.
Y hoy Calasanz nos sigue diciendo que cada uno de nosotros somos hijos de Dios, hasta los más pequeños y los más pobres.
Recordamos también que este domingo es el primero del tiempo de Adviento, el que nos prepara para la Navidad. El evangelio es el siguiente:
Lectura del evangelio según san Lucas (21,25-28.34-36)
“Jesús dijo a sus discípulos: “Un día el mundo estará lleno de tormentas. Gente angustiada, miedo, truenos fuertes, terremotos. Y las personas estarán agachadas, muertas de miedo.
Pero en medio de todo eso yo apareceré en medio de una nube, lleno de poder.
Entonces, en ese momento, se os pasará el miedo. Levantaos y alzad la cabeza, porque se acerca vuestra libertad. Estad atentos para verme llegar”.
Breve comentario:
Jesús nos habla sobre la importancia de estar despiertos para lo que pueda pasar, porque si nos dormimos no sabremos lo que está pasando y nos invita a esperar cuando venga, levantando la cabeza para verlo bien.
Hoy le pedimos que nos mantenga “despiertos” y que podamos ayudar a nuestros familiares y amigos. También le pedimos por todos nosotros, para que sepamos estar a su lado y escuchar muy atentos lo que nos dice.
Carta de Calasanz:
La voz de Dios es voz de Espíritu que va y viene, toca el corazón y pasa; no se sabe de dónde venga o cuándo sople; por lo que importa mucho estar siempre vigilante para que no venga improvisamente y pase sin fruto. (22/11/1622)
Padrenuestro...
Oración final:
Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a San José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños, concédenos, te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría.
Una vez que Calasanz tuvo clara cual era su misión, fundó una congregación dedicada a educar a los niños en la Piedad y las Letras en su formación y en el conocimiento de Jesús.
Calasanz no llegó a conocer la expansión de las Escuelas Pías por España. Y, sin embargo, la primera petición que recibió para fundar fuera de Roma, en una fecha excesivamente temprana, había partido, precisamente, de su tierra natal.
Se rodeó de un grupo de colaboradores, los escolapios... Y pese a las dificultades que se le presentaron los últimos años de su vida, sobre todos los últimos, él siguió adelante, no se rindió.
ACTÚA
Jesús también eligió un grupo de colaboradores... Los cristianos no somos seres solitarios... nuestro principal mandamiento es el AMOR a los demás...
Y nosotros estamos dispuestos a amar a los demás, ¿cómo?
Damos ideas de qué podemos hacer y a qué nos comprometemos durante los próximos días. Escribimos estos compromisos en la agenda.
Algunas pistas:
Sonreír al que está triste, animarle. Compartir con el que más lo necesita. Hablar con aquellos que están más solos. Explicarle algo al que le cuesta más
Ayudar con nuestro dinero/alimentos/juguetes en campañas solidarias.
Denunciar las injusticias sociales, contando a los adultos las necesidades que hemos descubierto a nuestro alrededor.
Oración Final:
Señor, Dios rico en sabiduría que por medio de San José de Calasanz manifestaste la grandeza de tu amor hacia los niños, especialmente los más necesitados, concédenos imitar su ejemplo de oración y trabajo para poder seguir el camino de Jesús como él supo seguirlo.
Buenos días, comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Hoy vamos a pensar en todos los niños del mundo.
Te pedimos Jesús por todos los niños del mundo.
Por los que no pueden ir al cole porque tienen que trabajar desde pequeños.
Por los que no tienen comida, dales todo lo que necesitan.
Por los que no pueden estar acompañados por la familia, acompáñalos.
Por todos te pedimos Jesús que les des amor, que cambies los corazones de todos los que podemos transformar la situación de ellos. Que ninguno de estos pequeñitos se pierda, y siempre lleguen a Ti.
Comenzamos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Lectura del Evangelio según san Marcos (10, 13-15)
En aquel tiempo le traían niños a Jesús para que los tocase, y los discípulos los reprendían. Jesús al verlo, se enfadó y dijo::“Dejad que los niños se acerquen a mí; no se lo impidáis, porque el reino de Dios pertenece a los que son como ellos. Os aseguro, quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Los acariciaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
Breve comentario:
Éste es el ministerio (el oficio) de Calasanz y de todos los escolapios y escolapias del mundo: dejad que se acerquen los niños a ellos y poder acogerlos, bendecirlos y hablarles de lo importantes que son para Dios.
Carta de Calasanz:
La senda o camino más breve y más fácil para ser exaltado al propio conocimiento y de este a los atributos de la misericordia, prudencia e infinita paciencia y bondad de Dios, es el abajarse a dar luz a los niños y en particular a los que son como desamparados de todos, que por ser oficio a los ojos del mundo tan bajo y vil pocos quieren abajarse a él, y suele Dios dar ciento por uno. (19/10/1629)
Padrenuestro...
Oración final:
Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a San José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños, concédenos, te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría.
Hemos visto como a lo largo de su vida, José tuvo que hacer frente a muchos obstáculos: las presiones de su padre para que abandonara la idea de ser sacerdote, un amor de juventud, o la renuncia a cargos más importantes como el que le ofreció el Duque de Sesa para ser obispo en Sevilla. Iba a dejar escapar José aquel ofrecimiento?
Las cosas en la vida no pasan por casualidad y cuando José fue consciente de su verdadera vocación, no dudó ni un segundo en renunciar a todo lo que fuera un obstáculo en su camino. Los niños pobres con los que José se cruzaba a diario en los barrios de Roma ya le habían conquistado el corazón. Tenía claro que amaba a esos niños y quería ayudarles. Si se iba, nada podría hacer por ellos. Por eso, cuando el Duque de Sesa le ofreció aquel cargo por el que tanto había luchado y soñado, pronunció una frase de gigante:
"Encontré ya en Roma la manera definitiva de servir a Dios, haciendo bien a los pequeños. No la dejaré por cosa alguna del mundo".
Finalizamos la oración de hoy escuchando una canción que nos hace sentir esa fuerza de Calasanz y que hoy podemos aplicar a cualquier momento difícil de nuestras vidas. Le pedimos a José que nos ayude a ser fuertes en los momentos duros y a resistir.
Comenzamos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Lectura del Evangelio según san Marcos (9, 35-37)
En aquel tiempo Jesús se sentó, llamó a los doce, y les dice: “Si uno aspira a ser el primero, sea el último y servidor de todos.” Después llamó a un niño, lo colocó en medio de ellos, lo acarició y les dijo:“ Quien acoja a uno de estos niños en atención a mí, a mí me acoge. Quien me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.”
Breve comentario:
Es un evangelio similar al que escuchábamos ayer. Quizá este haga un hincapié especial en la identificación de Dios mismo con los pequeños, con los niños. La frase final es muy fuerte. Viene a decir que el que recibe a un niño (o a quien se muestra como tal –necesitado, pobre,...-) recibe al mismo Dios. El encuentro con Dios se da en los más pequeños. Dios quiere identificarse con los pobres y pequeños de la tierra. Calasanz asume esto y descubrirá en Roma que esta es la razón de ser de su vida, su manera definitiva de servir a Dios. La pobreza es la gran ‘aliada’ en este camino. No se puede vivir esto sin ser pobre.
Carta de Calasanz:
He encontrado en Roma el mejor modo de servir a Dios, haciendo el bien a estos pequeños y no los dejaré por nada de este mundo. En cuanto a la pobreza, de pocos conocida y de poquísimos abrazada, cuanto a mayor perfección la podamos llevar, más aseguraremos nuestra vida y misión. (28/02/1632)
Padrenuestro...
Oración final:
Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a San José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños, concédenos, te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría.
Jesús dijo a sus discípulos: «Os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; esto os sucederá para que deis testimonio. Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
Al poco tiempo de estar en Roma, José se dió cuenta de que los niños que tenían dinero podían ir a la escuela y aprender muchas cosas; pero los pobres, a los que nadie quería, no tenían ni dinero, ni derecho a asistir a clase.
Paseando por las calles del Trastévere, pensó en cómo podía conseguir que todos esos niños tuvieran derecho a una educación digna y descubrió que su verdadera vocación era la de cuidar de estos niños.
En la Parroquia de Santa Dorotea, allá por 1597, fundó la primera escuela popular y gratuita del mundo, con la gran ayuda del Padre Brendani, renunciando así a cargos más poderosos.
Sus compañeros en este viaje fueron otros Padres Escolapios y los más pobres. Eligió como lema para sus escuelas Piedad y Letras. Lema que aún perdura. Hoy hay escolapios y escolapias en todo el mundo siguiendo su camino. Consiguió ver más allá de su tiempo, y con la fuerza de esa mirada hacer un mundo mejor.
Reflexión:
Seguimos mirando con admiración la vida de Calasanz. Podemos decir que Calasanz trabajó con pasión, con amor y con mucha valentía.
¿Somos nosotros valientes cuando vemos alguna injusticia en clase, en el patio, en la calle?
La figura de Calasanz nos da una gran lección, es capaz de pararse a escucha a Dios y preguntarle cuales son los planes de Dios para él.
¿En que momentos nos paramos a escuchar lo que Dios quiere de nosotros?
Calasanz dedicó su vida a lo que le parecía más importante los niños.
¿Nosotros dedicamos parte de nuestro tiempo a nuestros amigos, a nuestros hobbies y a escuchar lo que Dios quiere de nosotros?
¿Dedicamos tiempo a la oración?
Terminamos la oración de hoy con una canción, que nos recuerda que San José nos enseñó cómo hacer realidad un mañana de esperanza y una nueva humanidad. Apostando por una educación popular. Acercando Jesús a los niños y jóvenes, en todos los lugares del mundo donde están presentes los escolapios.
Oración Final:
Señor, Dios rico en sabiduría, que por medio de San José de Calasanz manifestaste la grandeza de tu amor hacia los niños, especialmente los más necesitados, concédenos imitar su ejemplo de oración y trabajo para poder seguir el camino de Jesús como él supo seguirlo.
Oración Final:
Señor, Dios rico en sabiduría
,
que
por medio de San José de Calasanz
manifestaste la grandeza de tu amor hacia los niños,
especialmente los más necesitados,
concédenos imitar
su ejemplo de oración y trabajo
para poder seguir el camino de Jesús como él supo seguirlo.
Buenos días a todos, comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Hoy os invitamos a escuchar el siguiente cuento:
- ¿Qué te ha parecido el cuento, te ha gustado?
- ¿Quién se atreve a decir lo que ocurre en el cuento?
- Si tuvieras que contarle este cuento a alguien, ¿a quién se lo contarías? ¿Por qué?
Jesús, nos quiere a todos de forma infinita, sin límites, te quiere cuando haces las cosas bien o cuando te equivocas. Te quiere cuando se te da bien hacer algo y también cuando te cuesta y tienes que esforzarte para conseguirlo. Jesús siempre estará a tu lado, pase lo que pase, hagas lo que hagas.
Comenzamos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Lectura del Evangelio según san Mateo (18, 1-5. 10a)
En aquel tiempo se le acercaron a Jesús sus discípulos y le preguntaron: -“Quién es el más grande en el reino de Dios?”
Él llamó a un niño, lo colocó en medio de ellos y dijo:-“ Os aseguro que si no os convertís y os hacéis como los niños, no entraréis en el reino de Dios. Quien se humille como este niño, es el más grande en el reino de Dios. Y el que acoja a uno de estos niños en atención a mí, a mí me acoge. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños.”
Breve comentario:
Todos necesitamos sentirnos importantes, queridos, que hay alguien que nos hace caso y nos tiene en cuenta. Jesús lo sabe, pero va a la raíz del sentimiento humano: sólo el que vive de la confianza como lo hace un niño con sus padres, puede sentirse verdaderamente feliz. Por eso sugiere este ‘hacerse niño’, pequeño, dependiente. Ser niño es además ser criado, estar al servicio del otro. Jesús apunta en este evangelio que la verdadera dicha está en el servicio. Él mismo está como servidor. Calasanz es un evangelio que vivó como ningún otro. Se creyó que eran palabras dichas para él y las vivió entre los niños, haciéndose como uno de ellos.
Carta de Calasanz:
Si considera los despropósitos que le pasan por la imaginación de la mañana a la tarde, debiendo estar siempre en la presencia de Dios, verá que no sabe dar dos pasos sin caer, que es dejar de mirar a Dios y ver con el pensamiento o la imaginación a las criaturas. Quien llegue a esta práctica de saber comportarse como un niñito de dos años, que sin guía cae muchas veces, desconfiará siempre de sí mismo, e invocará siempre la ayuda de Dios. Esto significa aquella sentencia, tan poco entendida y mucho menos practicada: ‘si no os hacéis como los niños, no entraréis en el reino de los cielos (Mt. 18,3). Aprenda esta práctica y procure llegar a esta gran sencillez.(04/08/1628)
Padrenuestro...
Oración final:
Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a San José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños, concédenos, te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría.
En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:
«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».
Él dijo:
«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces les decía:
«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo».
El padre de José, don Pedro Calasanz, acababa de perder a su mujer y a su hijo mayor y quería que José perpetuara el apellido de la familia. No quería que fuera sacerdote. Pero José sufrió una enfermedad en 1582 que lo llevó al borde de la muerte e hizo prometer a su padre, que si Dios le concedía la curación, se lo permitiría y le dejaría seguir su camino. Afortunadamente, José se curó y fue ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1583, por Hugo Ambrosio de Moncada, obispo de Urgel. Durante sus primeros años como sacerdote, estuvo en varios pueblos de los Pirineos, donde cuentan que era muy peligroso aventurarse por los caminos para visitar alguna Iglesia como las de Claverol y Ortoneda, de las que era párroco. Hasta tuvo que proveerse él mismo de un arcabuz con frasco y frasquillo sin bolsa para que no le atacaran. José llegó a Roma en febrero de1592. Tenía 35 años y su intención era la de permanecer allí sólo el tiempo requerido para obtener el título de canónigos de alguna catedral española. Quería ser obispo. Pero Dios tenía para él otros planes, sin saber que ya nunca regresaría a España.
Reflexión:
La vida de José de Calasanz no fue fácil pero no se rindió. Dos rasgos de su personalidad se destacan en este texto: tesón y responsabilidad. Con ellas consiguió lo que deseaba poner sus cualidades al servicio de los demás.
¿Eres tú también responsable ante las necesidades de aquellos que te rodean?,
¿haces algo para mejorar su situación?
¿Pones tú también tus cualidades al servicio de tus compañeros?,
¿ayudas a tus compañeros de clase?
José de Calasanz, a lo largo de su vida, tuvo siempre presente en sus oraciones a María, tal y como su madre le había enseñado. Cuando se sentía desanimado recurría siempre a ella.
Rezamos hoy esta oración en honor a María para que nos anime y nos de fuerzas para estudiar al día.
Buenos días a todos, ¿cómo ha ido el fin de semana? en este momento podemos pensar y recordar todo aquello que queramos compartir con los demás.
Comenzamos una nueva semana en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Hoy os invitamos a ver el siguiente vídeo sobre la Verdad:
- ¿Qué es la verdad?
- ¿Dónde está?
- ¿Cómo podemos alcanzarla?
Jesús nos propone seguirlo, creer en su Palabra. Para eso ha venido para ser testimonio de la VERDAD.
Jesús, te pedimos que nos hagas conocedores de la importancia que conlleva decir siempre la VERDAD, esa que tú nos has enseñado y nos sigues enseñando cada día.
Durante estos días seguimos acercándonos a la figura de San José de Calasanz.
La oración de esta semana consistirá en una lectura bíblica que tiene que ver con la experiencia de vida del santo, un trozo de una de sus cartas y una oración final.
Comenzamos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lectura del Evangelio según san Mateo (11, 25-26)
En aquella ocasión tomó la palabra Jesús y dijo: “¡Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra! Porque, has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a los pequeños e ignorantes. Sí, Padre, ésta ha sido tu elección.”
Breve comentario:
Jesús pone en evidencia la predilección que tiene Dios por aquellos que son sencillos. La sabiduría no se encuentra en ‘saber’ muchas cosas cuanto en conocer lo que a uno le hace feliz. Jesús advierte que la fe, la palabra de Dios, su propio mensaje no es para engordar el conocimiento, sino para provocar una experiencia. Solamente los sencillos, los que aparentemente no saben y se dejan guiar, son los que reciben la elección de Dios. Calasanz comprueba que los niños tienen mucho ganado en esta aspecto. No sólo ellos, sino aquellos que trabajan y están mucho tiempo con los pequeños tienen más posibilidades de conocer esta verdad. Él numerosas veces anima a sus compañeros a ser humildes, esto es, llegar a saber que todo depende de Dios y que somos instrumentos en sus manos. Si hay que formarse y estudiar y trabajar es para ser un buen instrumento en manos de Dios.
Carta de Calasanz:
Debemos creer que Dios guía todas las cosas a mayor gloria suya y bien nuestro, aunque nosotros, como ignorantes y débiles en sus cosas, algunas veces tenemos por adverso lo que nos es útil, y por conveniente lo que nos es contrario. Dejemos, pues, guiar la barca a su divina majestad y recibamos de su mano santísima todo lo que nos suceda. (30/08/1631)
Padrenuestro...
Oración final:
Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a San José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños, concédenos, te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría.
Alzando la mirada, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro; vio también a una viuda pobre que echaba allí dos moneditas, y dijo: «De verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos. Porque todos estos han echado como donativo de lo que les sobraba, esta en cambio ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto tenía para vivir».
¡Buenos días! Esta semana vamos a dedicar las oraciones a San José de Calasanz, para ello iremos recordando algunos de los momentos más especiales de su vida, la época en la que vivió, las tentaciones que superó, su férrea vocación de sacerdote en primer lugar y de escolapio después y el legado tan grande que nos ha dejado.
Adoptemos una actitud de reflexión y de escucha, pues para llegar al corazón de Calasanz es necesario estar en silencio con uno mismo. Deja a un lado lo que te preocupa, te invito a escuchar unas breves pinceladas de su historia. Remóntate a 1557, a un pueblecito de Aragón llamado Peralta de la Sal.
Los primeros pasos de José de Calasanz
José era el menor de 8 hermanos, un joven estudioso, responsable, generoso y con una gran simpatía personal, lo cual le permitía tener muchos amigos entre sus compañeros de estudios. Tenía muy clara su vocación de sacerdote desde muy pequeño, le gustaba mucho rezar y luchó por perseguir su sueño. Como era muy estudioso le llevaron a Estadilla y de allí se marchó a Lérida para iniciar sus estudios de Filosofía. En Lérida estuvo seis años. Sus compañeros le votaron prior de los estudiantes aragoneses, lo que ahora llamaríamos el delegado universitario. Estaba en una edad inquieta con arranques de rebeldía, pero gracias a las enseñanzas que le había inculcado su madre, llamada María, José nunca dejó de lado su vocación religiosa. Con esta intención viajó de Lérida a Valencia, donde cursó estudios de teología. Allí superó una de sus primeras tentaciones ya que una joven se enamoró de él. En aquel momento, José tenía 21 años y bien podía haber cambiado su destino, pero la determinación de José de ser sacerdote, lo impidió.
Hacemos una breve reflexión:
Recordamos las características de la persona de San José cuando era joven como vosotros. Responsable, estudioso, con determinación, generoso, sociable, orante...
¿Somos capaces de renunciar a comodidades que nos aparten de nuestro camino?
Peticiones:
Pedimos al Señor que...
...me haga ser responsable en mi trabajo como San José.
...me ayude a ser generoso con todos aquellos que lo necesitan, comenzando por el compañero que tengo a mi lado.
...me ayude a ofrecer una sonrisa a todos los que se acercan a mí para que el grupo de clase esté unido y la convivencia sea más fácil.
Oración Final:
Señor, Dios rico en sabiduría que por medio de San José de Calasanz manifestaste la grandeza de tu amor hacia los niños, especialmente los más necesitados, concédenos imitar su ejemplo de oración y trabajo para poder seguir el camino de Jesús como él supo seguirlo. AMEN
Buenos días a todos, comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Aprender a ponerse en el lugar del otro, entender que otra persona se sienta mal, bien o regular, aunque nosotros nos sintamos completamente diferente.
Jesús, siempre pensaba en los demás y ahora nos toca a nosotros aprender de él.
Empezamos el día dándole los buenos días a Jesús y a María, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Hoy en nuestra oración, vamos a pensar en algo que hace poco nos haya costado hacer y vamos a pedirle a Jesús que nos comprometamos a intentarlo siempre aunque haya veces que nos cueste conseguirlo.
-¿Te ha gustado el vídeo?
-¿Qué ha aprendido el pajarito?
Como equipo que somos, vamos a cerrar los ojos y a rezar juntos el Padrenuestro.
Lo importante ahora eres tú y este ratito con Dios. Lo hacemos poniéndonos en manos del Padre, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Saludamos y damos los buenos días a Jesús, con la siguiente canción:
Abrimos nuestros ojos y vemos atentamente la siguiente historia:
Ya ha terminado la historia... os pedimos segundos en silencio pensando en lo que acabamos de ver.
- ¿Qué le pasa a la niña?
- ¿Cuál es su sueño?
-¿Lo cumple?
Todos podemos compartir lo que nos ocurre, a veces nos puede resultar complicado no poder hacer lo que nos gusta, pero Jesús nos enseña a que podemos dar pequeños pasos que nos lleven a conseguir lo que soñamos.
Buenos días a todos, comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
- ¿Qué le ha ocurrido a este niño?
- Su mamá decide hacerle un regalo, ¿en qué consiste?
-¿Cómo reacciona el niño cuando recibe el regalo?
- ¿Cambia su actitud más tarde?
Finalizamos orando juntos y pidiendo al Padre por todos esos niños que a día de hoy siguen sufriendo alrededor del mundo y que no se aceptan tal y como son.
Comenzamos un nuevo día, juntos dispuestos a tener un gran tiempo con Jesús, nuestro amigo.
Escuchamos atentamente el cuento "Hasta que podamos abrazarnos":
- ¿Qué les pasa a Erizo y Tortuga al principio?
- ¿Qué les dice el Búho?
- Tras decirle eso el Búho. ¿Cómo lo intentaron?
- Tortuga y Erizo son muy buenos amigos ¿cómo les demuestras a tus amigos tu cariño hacia ellos cuando no los puedes ver?
Jesús nos dice que tenemos que estar atentos a sus llamadas. Atentos a las necesidades de los demás. Que estemos despiertos y preparados para ayudar y escuchar a los demás. Y eso mismo lo hacemos con nuestros amigos, pero ¿y con los demás?
Nos reunimos de nuevo todos juntos para dar los buenos días a Jesús y comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Dios nos ha regalado todas las maravillas que nos rodean: el cielo, la tierra, las montañas, los rías, los mares, los bosques, las flores, animales,... Pero también nos ha creado a nosotros para que lo disfrutemos y lo cuidemos todo.
Está muy bien que cuidemos de todo lo que nos rodea, pero no solamente de las cosas sino de las personas. Hablando de las personas, ¿cuidamos a todas las personas que nos rodean?
Para pensar sobre esto, vamos a escuchar el siguiente cuento: "Un día tuve un sueño".
- ¿Qué os ha parecido?
- ¿Alguien puede contar qué ocurre en el cuento?
- Después de ver este vídeo, ¿qué sueño tienes tú?
Jesús soñó con un mundo maravillo y consiguió crearlo. Ahora nosotros también podemos soñar con cuidar ese mundo.
«Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos.
Asimismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos.
Así sucederá el día que se revele el Hijo del hombre.
Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en casa no baje a recogerlas; igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás.
Acordaos de la mujer de Lot.
El que pretenda guardar su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará.
Os digo que aquella noche estarán dos juntos: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán».
Ellos le preguntaron:
«¿Dónde, Señor?».
Él les dijo:
«Donde está el cadáver, allí se reunirán los buitres»