Viernes 14 de mayo

 Buenos días a todos.

Ya hemos llegado al final de la semana, es viernes. Por este motivo, vamos a mirar a María:


Comenzamos recordando cómo es María.

1) María no lleva corona, ella es sencilla y humilde, mira el interior. 

2) La cara de María es serena y tranquila, y en su boca, muestra una sonrisa amable porque es feliz junto a su hijo.

3) María tiene al niño en sus brazos, lo cuida, lo protege porque Jesús es lo más importante para ella.

4) El niño, tiene los ojos cerrados, está tranquilo en los brazos de su madre, porque en ningún lado se está mejor que con ella.

Gracias María por decir Sí.                                                                                                                                          
 
Te pedimos que nos enseñes a ser sencillos y buenos. 
Siempre dispuestos a ayudar.


Lectura del 14 de mayo


Hch 1, 15-17; 20-26

Fiesta de San Matías

Pedro se puso en pie en medio de los hermanos (había reunidas unas ciento veinte personas) y dijo: «Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo, por boca de David, había predicho, en la Escritura, acerca de Judas, que hizo de guía a los que arrestaron a Jesús. Era uno de nuestro grupo y compartía el mismo ministerio. En el libro de los Salmos está escrito: 'Que su morada quede desierta, y que nadie habite en ella', y también: 'Que su cargo lo ocupe otro'. Hace falta, por tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la resurrección de Jesús, uno de los que nos acompañaron mientras convivió con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba, hasta el día de su ascensión».

Propusieron dos nombres: José, apellidado Barsabá, de sobrenombre Justo, y Matías. Y rezaron así: «Señor, tú penetras en el corazón de todos; muéstranos a cuál de los dos has elegido para que, en este ministerio apostólico, ocupe el puesto que dejó Judas para marcharse al suyo propio». Echaron suertes, le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles.


Pensamientos de la soledad (fragmento)

Mi Señor Dios, no tengo ni idea de adónde voy. No veo el camino delante de mí. No puedo saber de seguro dónde acabará. Ni me conozco realmente a mí mismo, y el hecho de que piense que estoy cumpliendo tu voluntad no significa que lo esté haciendo de verdad. Pero creo que el deseo de complacerte te complace de hecho. Y espero tener ese deseo en todo lo que hago. Espero nunca hacer nada fuera de ese deseo. Y sé que, si hago esto, tú me conducirás por el buen camino, aunque yo no lo sepa en absoluto. Por eso confiaré en ti siempre, aunque parezca que estoy perdido y en la sombra de la muerte. No temeré, porque tú siempre estás conmigo y nunca dejarás que me enfrente solo a mis peligros.

(Thomas Merton)

Viernes 14 de mayo

“Bondad”

¿Habéis conocido alguna vez a una persona buena de verdad? Yo sí, es una de esas personas que nunca critica ni dice malas palabras de nadie, nunca hace daño a nadie, al contrario, siempre intenta hacer cosas buenas  a los demás. 

Jesús es el mayor ejemplo de bondad. Nos quiere tanto que incluso en la cruz pidió al Padre que perdonara a quienes le estaban haciendo daño. ¡Y a nosotros, cómo nos cuesta perdonar!    

Madre, danos un corazón bueno como el de Jesús y como el tuyo.