Martes 18 de enero

Buenos días a todos, comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Tarzán es un niño abandonado en la selva. Debido a esto, una manada de gorilas lo adopta y lo cría como uno más. Al principio, hay algunos que piensan que no podrá ser como ellos, pero durante toda su vida vive con ellos. Tarzán aprende a saltar entre los árboles, columpiarse entre lianas y es capaz de enfrentarse a cualquier animal salvaje para defender a su familia.



¿Qué cosas te parecen difíciles? En el cole o en casa...

¿Crees que eres capaz de poder superar esa dificultad?

Jesús, Gracias por estar a mi lado.




Evangelio del 18 de enero

 

Mc 2, 23-28

Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas. Los fariseos le dijeron: «Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?» Él les respondió: «¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que solo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros».

Y añadió: «El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado».