Jueves 3 de diciembre
Ella se quedó un poco asustada, porque no entendía nada. Pero él, que se dio cuenta, le dijo: “No tengas miedo. Dios, que conoce bien a las personas, sabe que tú le ayudarás. Vas a tener un hijo, y le llamarás Jesús. Y será el Hijo de Dios”.
Ella no sabía qué decir, porque todavía ni se había casado con su novio, José, así que se lo preguntó: “Pero, ¿cómo puede ser eso?” María sintió una confianza muy grande, porque pensó que, si Dios se lo decía, por algo era, así que contestó. “Aquí estoy, para lo que Dios quiera. Que se haga en mi según tu palabra”. Entonces el ángel se marchó.
¿Y sabéis qué pasó? Nació Jesús, que para todos nosotros es un gran regalo. Gracias al sí de María, vosotros y yo, somos hoy cristianos.
Nosotros sin saberlo, también hemos dicho sí, a preparar este camino de Adviento a Dios.
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