21 de octubre

 En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Mateo 7, 7-11:
"Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre".

El evangelio de hoy nos invita a pedir, a buscar y a llamar.
Son tres actitudes claves a tener en cuenta en el momento de ponernos a orar.
Ante Dios somos siempre muy pobres. Somos siempre los niños pequeños que esperan de su papá o mamá la ayuda y la protección.
En Dios buscamos lo que anhelamos. Él es el Padre que puede colmar nuestros más profundos deseos.
Sin darnos cuenta, como dice San Agustín, nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Él.
"Padre" o "madre" es la invocación que siempre brota del corazón como llamada cargada de cariño y confianza.
Ponte en la presencia de tu Padre Dios. Pide, busca y llama.
Recibirás, encontrarás y serás atendido o atendida.
Buenos días.



Jueves 20 de octubre

Empezamos la oración en presencia de nuestro amigo Jesús. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Hoy os vamos a contar un secreto muy importante. Tenemos en nuestro interior la magia de ayudar a los demás; solamente tenemos que escuchar a los demás desde el corazón.


Cuando escuchamos al otro cuando nos cuenta algo, como por ejemplo que tiene un problema, que está triste o cualquier otro sentimiento, nos damos cuenta de que muchas de esas situaciones o emociones también las hemos vivido o sentido nosotros.


Terminamos la oración y nos despedimos con un beso a Jesús y otro a María.

Padrenuestro.