Viernes, 30 de septiembre

 En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Lucas 9, 18-22:

"Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?".

Seguimos interrogándonos con la misma pregunta de ayer.
Pregunta personal y directa: "¿QUIÉN ES PARA MÍ JESÚS?".
Ser cristiano no es tener unas creencias, ni cumplir una moral, ni tampoco realizar un determinado culto.
El cristiano no opta por nada de esto.
Por quien opta el cristiano y aquel a quien sigue el cristiano es a una persona. Y esa persona es Jesucristo.
Del encuentro personal con Jesucristo se derivan unas creencias, la práctica de una moral determinada y también el realizar un determinado culto.
Pero, no lo olvides, lo primero es tu opción personal por Jesús.
Pide hoy al Señor que sea Él quien le dé sentido a tus pasos, la alegría tu corazón y la esperanza a tu vida.
Pídele que sientas de verdad que Él es tu Salvador.
Buenos días.



Jueves 29 de septiembre

Buenos días, comenzamos este ratito de oración saludando a Jesús: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Amén.

El pulgar rencoroso es el cuento que podéis ver en el siguiente vídeo o contar porque aparece escrito debajo.


Había una vez una mano cuyos dedos eran muy amigos. Pero ocurrió que el dueño de la mano empezó a hacer un trabajo peligrosos y a pesar del cuidado que ponía el resto de dedos, el pulgar siempre salía malparado con cortes y heridas.

Al principio los otros dedos pedían disculpas por su torpeza y el pulgar les perdonaba, pero la situación se repitió tanto que un día el pulgar decidió no perdonarles más, así que se apartó del resto de dedos de la mano.

Al principio el pulgar iba muy digno todo recto y separado, pero aquella posición de los dedos era tan forzada y ridícula, que el dueño tuvo que llevar su mano constantemente oculta en el bolsillo, donde los dedos sufrían con pena el mayor de los olvidos.

Entonces el pulgar comprendió que todo había sido culpa suya, y pidió perdón al resto de dedos, temeroso de que fueran a rechazarle. Pero al contrario, estos le perdonaron sin problemas porque sabían que todos podemos equivocarnos.

Una vez amigos de nuevo, todos los dedos trabajaron juntos para demostrar al dueño que estaban perfectamente, y en poco tiempo consiguieron volver a salir a la luz, sabiendo que siempre deberían seguir perdonándose para no acabar en un triste y oscuro bolsillo.

- ¿Qué le ocurrió al pulgar?

- ¿Qué hicieron los demás dedos cuando el pulgar les pidió perdón?