Buenos días, vamos a comenzar la mañana con un ratito de oración. Para ello, primero vamos a estar callados, en silencio, cerramos los ojos, y sentimos nuestra respiración.
Y, por dentro, decimos: Hola Jesús, Hola María, aquí estoy, buenos días.
Querido Jesús, querida María, hoy te pedimos también por todas las personas que ayudan, acompañan y cuidan a los enfermos.