Martes 23 de noviembre

 Buenos días a todos, comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Hoy os invitamos a escuchar el siguiente cuento:


- ¿Qué te ha parecido el cuento, te ha gustado?
- ¿Quién se atreve a decir lo que ocurre en el cuento?

- Si tuvieras que contarle este cuento a alguien, ¿a quién se lo contarías? ¿Por qué?


Jesús, nos quiere a todos de forma infinita, sin límites, te quiere cuando haces las cosas bien o cuando te equivocas. Te quiere cuando se te da bien hacer algo y también cuando te cuesta y tienes que esforzarte para conseguirlo. Jesús siempre estará a tu lado, pase lo que pase, hagas lo que hagas.

Padrenuestro.


Martes 23 de noviembre

Comenzamos en el  nombre  del  Padre  y  del  Hijo  y  del  Espíritu  Santo, Amén.

Lectura del Evangelio según san Mateo (18, 1-5. 10a) 

En  aquel  tiempo  se  le  acercaron  a  Jesús  sus  discípulos  y  le preguntaron: -“Quién es el más grande en el reino de Dios?” 

Él llamó a un niño, lo colocó en medio de ellos y dijo:-“ Os aseguro que si no os convertís y os hacéis como los niños,  no  entraréis  en  el  reino  de  Dios.  Quien  se  humille como este niño, es el más grande en el reino de Dios. Y el que acoja a uno de estos niños en atención a mí, a mí me acoge. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños.”

Breve comentario:

Todos   necesitamos   sentirnos   importantes,   queridos,   que   hay alguien  que  nos  hace  caso  y  nos  tiene  en  cuenta.  Jesús  lo  sabe, pero  va  a  la  raíz  del  sentimiento  humano:  sólo  el  que  vive  de  la confianza  como  lo  hace  un  niño  con  sus  padres,  puede  sentirse verdaderamente  feliz.  Por  eso  sugiere  este  ‘hacerse  niño’, pequeño,  dependiente.  Ser  niño  es  además  ser  criado,  estar  al servicio del otro. Jesús apunta en este evangelio que la verdadera dicha está en el servicio. Él mismo está como servidor. Calasanz  es  un  evangelio  que  vivó  como  ningún  otro.  Se  creyó que  eran  palabras  dichas  para  él  y  las  vivió  entre  los  niños, haciéndose como uno de ellos.

Carta de Calasanz: 

Si considera los despropósitos que le pasan por la imaginación de la  mañana  a  la  tarde,  debiendo  estar  siempre  en  la  presencia  de Dios,  verá  que  no  sabe  dar  dos  pasos  sin  caer,  que  es  dejar  de mirar  a  Dios  y  ver  con  el  pensamiento  o  la  imaginación  a  las criaturas. Quien llegue a esta práctica de saber comportarse como un niñito de dos años, que sin guía cae muchas veces, desconfiará siempre  de  sí  mismo,  e  invocará  siempre  la  ayuda  de  Dios.  Esto significa  aquella  sentencia,  tan  poco  entendida  y  mucho  menos practicada: ‘si no os hacéis como los niños, no entraréis  en  el reino  de  los  cielos  (Mt.  18,3).  Aprenda esta  práctica  y  procure llegar a esta gran sencillez.(04/08/1628) 

Padrenuestro...


Oración final:

Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a San José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños, concédenos, te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría.

Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Evangelio del 23 de noviembre


Lucas 21,5-11

En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:

«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».

Ellos le preguntaron:

«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».

Él dijo:

«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».

Entonces les decía:

«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo».

Martes 23 de noviembre

José llega a Roma


El padre de José, don Pedro Calasanz, acababa de perder a su mujer y a su hijo mayor y quería  que  José  perpetuara  el  apellido  de  la  familia. No  quería  que  fuera  sacerdote. Pero José  sufrió una  enfermedad  en  1582  que  lo  llevó  al  borde  de  la  muerte  e  hizo  prometer  a  su padre, que  si  Dios  le  concedía  la  curación, se lo  permitiría y le  dejaría  seguir  su  camino. Afortunadamente,  José  se  curó y  fue  ordenado  sacerdote  el  17  de  diciembre  de  1583,  por Hugo Ambrosio de Moncada, obispo de Urgel. Durante  sus  primeros  años  como  sacerdote, estuvo  en varios  pueblos  de  los  Pirineos, donde  cuentan  que  era  muy  peligroso  aventurarse  por  los  caminos  para  visitar  alguna  Iglesia como las de Claverol y Ortoneda, de las que era párroco. Hasta tuvo que proveerse él mismo de un arcabuz con frasco y frasquillo sin bolsa para que no le atacaran. José  llegó  a  Roma  en  febrero  de1592.  Tenía  35  años  y  su  intención  era  la  de permanecer allí sólo el tiempo requerido para obtener el título de canónigos de alguna catedral española. Quería ser obispo. Pero Dios tenía para él otros planes, sin saber que ya nunca regresaría a España. 

Reflexión: 

La vida de José de Calasanz no fue fácil pero no se rindió. Dos rasgos de su personalidad se destacan en este texto: tesón y responsabilidad. Con ellas consiguió lo que deseaba poner sus cualidades al servicio de los demás. 

¿Eres tú también responsable ante las necesidades de aquellos que te rodean?, 

¿haces algo para mejorar su situación? 

¿Pones tú también tus cualidades al servicio de tus compañeros?, 

¿ayudas a tus compañeros de clase? 

José de Calasanz, a lo largo de su vida, tuvo siempre presente en sus oraciones a María, tal y como su madre le había enseñado. Cuando se sentía desanimado recurría siempre a ella. 

Rezamos hoy esta oración en honor a María para que nos anime y nos de fuerzas para estudiar al día.

 Oración Final: