Martes 23 de noviembre

Comenzamos en el  nombre  del  Padre  y  del  Hijo  y  del  Espíritu  Santo, Amén.

Lectura del Evangelio según san Mateo (18, 1-5. 10a) 

En  aquel  tiempo  se  le  acercaron  a  Jesús  sus  discípulos  y  le preguntaron: -“Quién es el más grande en el reino de Dios?” 

Él llamó a un niño, lo colocó en medio de ellos y dijo:-“ Os aseguro que si no os convertís y os hacéis como los niños,  no  entraréis  en  el  reino  de  Dios.  Quien  se  humille como este niño, es el más grande en el reino de Dios. Y el que acoja a uno de estos niños en atención a mí, a mí me acoge. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños.”

Breve comentario:

Todos   necesitamos   sentirnos   importantes,   queridos,   que   hay alguien  que  nos  hace  caso  y  nos  tiene  en  cuenta.  Jesús  lo  sabe, pero  va  a  la  raíz  del  sentimiento  humano:  sólo  el  que  vive  de  la confianza  como  lo  hace  un  niño  con  sus  padres,  puede  sentirse verdaderamente  feliz.  Por  eso  sugiere  este  ‘hacerse  niño’, pequeño,  dependiente.  Ser  niño  es  además  ser  criado,  estar  al servicio del otro. Jesús apunta en este evangelio que la verdadera dicha está en el servicio. Él mismo está como servidor. Calasanz  es  un  evangelio  que  vivó  como  ningún  otro.  Se  creyó que  eran  palabras  dichas  para  él  y  las  vivió  entre  los  niños, haciéndose como uno de ellos.

Carta de Calasanz: 

Si considera los despropósitos que le pasan por la imaginación de la  mañana  a  la  tarde,  debiendo  estar  siempre  en  la  presencia  de Dios,  verá  que  no  sabe  dar  dos  pasos  sin  caer,  que  es  dejar  de mirar  a  Dios  y  ver  con  el  pensamiento  o  la  imaginación  a  las criaturas. Quien llegue a esta práctica de saber comportarse como un niñito de dos años, que sin guía cae muchas veces, desconfiará siempre  de  sí  mismo,  e  invocará  siempre  la  ayuda  de  Dios.  Esto significa  aquella  sentencia,  tan  poco  entendida  y  mucho  menos practicada: ‘si no os hacéis como los niños, no entraréis  en  el reino  de  los  cielos  (Mt.  18,3).  Aprenda esta  práctica  y  procure llegar a esta gran sencillez.(04/08/1628) 

Padrenuestro...


Oración final:

Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a San José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños, concédenos, te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría.

Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.