7 diciembre

Inmaculada Madre de Dios, Reina de los cielos, Madre de misericordia, abogada y refugio de los pecadores: he aquí que yo, iluminado y movido por las gracias que vuestra maternal benevolencia abundantemente me ha obtenido del Tesoro Divino, propongo poner mi corazón ahora y siempre en vuestras manos para que sea consagrado a Jesús.

A Ti, oh Virgen santísima, lo entrego, en presencia de los coros de los ángeles y de todos los santos; en mi nombre, consagradlo a Jesús; y por la filial confianza que os tengo, estoy seguro de que haréis ahora y siempre que mi corazón sea enteramente de Jesús, imitando perfectamente a los santos, especialmente a San José, vuestro purísimo esposo. Amén.



Miércoles 7 de diciembre

Buenos días a todos, comenzamos la mañana poniendo el corazón en todo lo que vayamos a vivir hoy, ya sea un examen, una salida, un viaje o una jornada escolar estupenda.

Con esta alegría de sentirnos acompañados por el Señor empezamos este ratito de oración. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Os invitamos a escuchar el siguiente cuento con mucha atención:


- ¿Cómo es Rigoberta?
- ¿Qué le ocurre?
- ¿Qué hacen sus amigos al verla?


Padrenuestro.