31 mayo

Marcos 10, 28-31:

"Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora en este tiempo cien veces más - casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones -, y en la edad futura, vida eterna".

 

Jesús quiere seguidores libres que no estén atados a nada ni a nadie. 

El anuncio del Reino es tan importante, que nada ni nadie puede anteponerse a él. 

Seguir a Jesús es un riesgo, un lanzarse a la aventura, confiando plenamente en Él. 

Hoy recibes la invitación de Jesús a seguirle y, con esta invitación, recibes también la invitación de abandonarte en sus manos y a desprenderte de todo aquello que te puede impedir la entrega prioritaria al proyecto de Dios sobre tí y sobre los demás. 

Pide al Señor que te dé generosidad y que te ayude a ser discípulo y misionero que no antepone nada a la programación e implantación de su Reino. 

Buenos días.


30 mayo

Juan 19, 25-34:

"Jesús, al ver a su Madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su Madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo". Luego, dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu Madre". Y, desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa". 


Es la hora cumbre de Jesús. 

Es el momento en el que de su costado abierto por la lanza nacerá la Iglesia. 

Y Jesús, en esa hora, nos quiere dar una Madre. 

Quiere que la Iglesia, que somos todos nosotros, pueda cobijarse en el Corazón de una Madre. 

Todos estamos representados en el apóstol Juan que recibe al pie de la cruz a María como Madre y se la lleva a su casa. Recuerda hoy que María es la Madre de la Iglesia y es también tu Madre. Llévatela también a la casa de tu corazón.

Dirígele estas o parecidas palabras: 

¡Oh Virgen y Madre de Dios!,

yo me entrego por hijo tuyo. 

Me consagro a tu amor materno para que formes en mí a Jesús. 

Envíame y hazme instrumento dócil de tu amor materno. 

Envíame a anunciar el Evangelio a todos mis hermanos, que también son hijos tuyos. 

En tí, Madre mía, he puesto toda mi confianza.

Jamás quedaré confundido. 

Amén.

Buenos días.


Martes 30 de mayo

Buenos días a todos. Comenzamos este ratito de oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

¿Sabéis qué son misioneros o misioneras?

 "Misioneros"

Este mes hemos pedido y trabajado por las misiones escolapias

Hoy hay miles y miles de personas que se van a vivir lejos de sus países para ayudar a la gente más necesitada y para darles a conocer a Jesús. Son los misioneros. Seguro que todos habéis visto alguna vez. 

Dios ha llamado a estas personas y les ha dado una misión. Hoy vamos a rezar por las escolapias que están allí y por todos los misioneros del mundo. 

Rezamos a la Virgen:   

Madre, te pedimos por todos los misioneros del mundo, cuídalos, protégelos y dales al fuerza que necesitan para anunciar a Jesús y ayudar a los más pobres.