Los discípulos dijeron a Jesús: «Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios».
Jesús les contestó: «¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».
Hoy en día hay muchas personas que no tienen lo necesario para vivir, y a nosotros nos sobran muchas cosas que tiramos a la basura. En el mundo hay suficiente comida para todos. Lo que pasa es que está mal repartida: unos tienen tanto que lo pueden tirar, y otros no tienen casi nada.
A veces nos cuesta compartir nuestras cosas, pero si lo hacemos estaremos alegres por haber ayudado a los demás. Con la flor de hoy le pedimos a la Virgen que nos haga más solidarios.
Rezamos a la Virgen:
Madre, quiero aprender a compartir. Tengo muchas cosas que no necesito, enséñame tú a ser generoso, sobre todo con los que tienen poco para vivir.