Lunes 22 de marzo

Buenos días a todos, hacemos un momento de silencio para calmarnos y poder entrar en la oración de hoy. Respiramos hondo: 1...2...y 3 veces. Para ayudar, escucharemos tranquilamente lo siguiente:

Ahora me imagino que estoy en la época de Jesús. Me imagino a un grupo de gente sentada a la sombra de unos árboles y veo a Jesús en medio de toda esa gente, como si estuviera dando una clase. Me acerco a ver qué me dice.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Todos tenemos en nuestra vida a personas que nos quieren muchísimo: mamá, papá, los hermanitos, abuelos, tíos, primos, vecinos, amigos, maestras, profesores... Esas personas nos demuestran su amor con palabras bonitas y agradables, con sonrisas, besos y sobretodo, con abrazos. Pero no todos tienen esa suerte.

Hay personas que están solas y no tienen a nadie. Por ello, debemos dar las gracias a Jesús por el regalo tan grande que nos da.

Ahora te invitamos a que te des un abrazo a ti mismo/a muy fuerte y pienses en todas esas personas que te quieren.

¿Sabes quién está "chiflado" por ti?


Jesús, hoy solamente me gustaría decirte: ¡Te quiero!

Padrenuestro.


Evangelio del 21 de marzo

 

Lc 4, 24-30