Lectura del 20 de mayo


 Jn 17, 20-26

Jesús levantó los ojos al cielo y oró, diciendo: «Padre santo, no solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también lo sean en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. También les di a ellos la gloria que me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y los has amado como me has amado a mí.

Padre, este es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo. Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté con ellos, como también yo estoy con ellos».


Todos uno

Te pido Padre, por todos los que siguen creyendo hoy, tantos siglos después, gracias al testimonio que ha ido pasando de generación en generación. Que todos sean uno. Que, siendo distintos, sepan estar unidos. Que, siendo muchos, sepan trabajar juntos por el Reino. Los habrá más convencidos y otros con más dudas. Habrá hombres, mujeres, jóvenes ancianos. Unos tendrán más inquietud y ganas de que se renueven dinámicas y formas como modo de ser fieles al espíritu. Otros buscarán la continuidad, y valorarán la historia, la tradición, la sabiduría acumulada. Los habrá callados y locuaces, con distintas maneras de trabajar por el Reino. Pero que todos sean uno, como nosotros lo somos. Que sean uno cuando todos ellos se dejan abrazar por mis brazos abiertos en la cruz, y se dejan guiar por el Espíritu que les da a conocer tu nombre. Que sean uno porque yo estoy con todos.


(adaptación de Rezandovoy)

Jueves 20 de mayo

 Buenos días a todos.

Hoy nos vamos a centrar para la oración en María, nuestra Buena Madre y lo vamos a hacer escuchando el siguiente cuento llamado "El jazmín", donde María le habla a Jesús de la naturaleza creada por Dios. ¿Comenzamos?

(A partir del minuto 0:24)



¿A qué planta se parece María? ¿Por qué?

A María no le gusta presumir,  a ella lo que le gusta es prestar servicio a los demás, ayudar, como lo hace el jazmín. Desde el silencio y la sencillez impregna todo con su aroma, pero prestando ese detalle; su olor.

¡Esto es Magia!

Y eso es lo que estáis haciendo cada uno de vosotros, ayudando a los demás, impregnando todo de solidaridad, porque no hay mejor recompensa que esa, sentir que hemos ayudado a los demás.

Soñar con un mundo mejor es muy bonito, pero lo más importante es que podemos conseguirlo entre todos: "Si puedes soñarlo, puedes hacerlo". 



Padrenuestro.





Jueves 20 de mayo


"Paz"

Hoy la flor que queremos regalar a la Virgen es la Paz. Hace mucha falta la paz en el mundo.  Hay muchas guerras, muchas peleas,…Y aquí cada uno de nosotros tiene que empezar en su casa, en el cole. ¿Cuántas veces me peleo con mi hermano o con mis amigos? ¡Muchas! ¿Verdad?


Rezamos a la Virgen: 

Madre, haz que ya no haya más guerras. Quiero vivir en un mundo donde haya Paz. Por eso te pido que me ayudes a colaborar en la paz en mi casa, en mi cole,…