9 junio




Buenos días, Señor:

Hoy sobran las palabras, sólo cabe la oración.

Demos gracias por su vida entregada.

Con música de Ain Karem, nos unimos rezando por su alma.

Padrenuestro.

8 junio


 Marcos 12, 18-27:

"Estáis equivocados por no entender la Escritura ni el poder de Dios... Pues cuando resuciten los muertos , ni los hombres se casarán ni las mujeres serán dadas en matrimonio, serán como ángeles del cielo... No es Dios de muertos, sino de vivos... Estáis muy equivocados". 


En el evangelio de hoy nos encontramos con los saduceos, que negaban la resurrección de los que mueren. 

Su perspectiva no iba más allá de esta vida. Su futuro terminada en la muerte. 

También hoy nos encontramos con esta postura saducea. Y a veces de unas formas muy disimuladas. Nos apegamos a tantas cosas que terminan con la muerte que perdemos la perspectiva de nuestra futura resurrección. Perdiendo también la perspectiva de lo que es realmente importante. 

Siempre es bueno que ampliemos nuestra mirada y que sepamos ver con relatividad todo lo que es relativo sabiendo valorar todo aquello que no acaba con la muerte sino que con ella se consolida y plenifica. 

Saber que no somos hijos de la muerte porque nuestro Dios no es un Dios de muertos sino un Dios de vivos. 

Buenos días .

Jueves 8 de junio

Buenos días a todos, comenzamos este ratito de oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

María, ejemplo a seguir 


Si hay un ejemplo de SERVICIO y ENTREGA es María. Ella, fue siempre una mujer servicial, ejemplo de entrega a los demás.

Sabe detectar al necesitado, sabe darle su lugar y está presente, lo acompaña: su hijo Jesús, sus amigos, los apóstoles, su prima Isabel,.. Ve necesidades y da un paso más, actúa, se pone al servicio. 

Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, nos encontramos con gente que necesita de nosotros de una u otra manera. Hay necesidades, que aunque no sean cercanas a nosotros, como la falta de agua, comida nos siguen recordando que la desigualdad en el mundo y que somos unos afortunados.

En cada encuentro con los demás, en cada momento con el otro tenemos una oportunidad de darnos, de poner en práctica esto del servicio.

Vamos a terminar nuestra oración dando GRACIAS. A veces, en nuestro día a día se nos olvida pararnos y dar las gracias. Por eso hoy, queremos terminar parándonos, en silencio, dando las gracias por todo lo bueno que tenemos en nuestra vida, por todas las personas que como María nos cuidan, nos quieren y nos acompañan, y por la suerte que tenemos de vivir en un sitio como este.


¡Feliz día!