Dios cada día, nos sueña profundamente mejores. Soñemos con cada uno de nuestros compañeros, en la mejor versión de ellos mismos.
Vamos a comenzar escuchando esta canción, titulada “El cielo nunca cambiará”, poniendo mucha atención en la letra, que nos transmite muchas ideas.
Hoy te vamos a invitar a tener un pequeño momento de imaginación. Siéntate con la espalda bien apoyada, los pies tocando el suelo, las manos encima de la mesa o sobre las piernas y cierra los ojos. Empieza a respirar por la nariz y siente cómo el aire entra dentro de tu cuerpo… y sale por la boca….
Vamos a soñar entre todos.
Terminamos poniendo nuestros sueños en manos de Jesús y le pedimos que nosotros seamos los primeros, que cambiemos para poder cambiar a los demás.
Padrenuestro.