Jueves 5 de mayo

Buenos días a todos.

Vamos a seguir conociendo cada día un poquito más sobre nuestra Buena Madre, María.

María estaba tan alegre, que tuvo la necesidad de transmitir y comunicar su felicidad a todos. Porque toda alegría compartida se multiplica. 

Hoy vamos a procurar ser amables con los demás y respetar sus sentimientos.

  • ¿Por qué lloraba Simón?

  • ¿Qué hizo Simón para que no le llamaran llorón? ¿Y con las lágrimas de los demás?

  • ¿Son importantes las lágrimas? ¿Se entiende la gente sin lágrimas? ¿Para qué sirven?

La ilusión de Simón, era ayudar a la gente. Él pensaba que si recogía todas las lágrimas, las personas serían más felices. 

Sin embargo, las lágrimas sirven para expresar nuestros diferentes sentimientos y hacen que la gente nos pueda comprender. Esto mismo nos lo dice María, ella necesita comunicar que está alegre a los demás.

Vamos a transmitir nuestros sentimientos a los demás, si estamos alegres, tristes, cansados, con sueño, sorprendidos, con miedo o enfadados, es muy importante hacerlo para que comprendamos y seamos comprendidos por los demás.

Padrenuestro.

Evangelio del 5 de mayo

 


Jn 6, 44-51

Jesús dijo a la gente: «Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: ‘Serán todos discípulos de Dios’. Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ese ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo».