21 abril

Juan 3, 16-21:

"Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en Él, sino que tengan vida eterna". 


Dios te ama infinitamente. Tanto que te ha entregado a su Hijo único para que tengas su misma vida. 

Y esa vida de Dios en tí te hace ver tu propia vida de otra manera y con otra luz. 

Es el amor de Dios el que hace posible que todo lo que existe logre su plenitud y su belleza. 

Por eso, en la medida en que te abres al amor de Dios te abres a la esperanza, a la luz, a la alegría y a la salvación. 

El amor de Dios por cada uno de sus hijos es inmenso, gratuito, desinteresado... nunca nos roba posibilidades ni nos recorta las auténticas alegrías de la vida. 

Ese amor se expresa plenamente en Jesús que, clavado en la cruz, nos abraza para que ninguno de los que en Él creemos perezcamos sino que tengamos vida eterna en abundancia . 

¡Señor, haz que abra las puertas de mi vida a tu presencia porque en esa presencia amorosa seré plenamente feliz!.

Buenos días.


Viernes 21 de abril

Damos los buenos días a Jesús y a María. Respiramos hondo una, dos y tres veces.... comenzamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Hoy recordamos el evangelio que nos relata que dos discípulos de Jesús iban hacia un pueblo llamado Emaús. Estaban muy tristes porque Jesús había sido crucificado. en el camino se encontraron con otro hombre que les preguntó:

- ¿Por qué estáis tristes?

- El Señor les explica que no tienes que estar triste porque Jesús ha resucitado.

Cuando llegan a Emaús, los discípulos invitan al hombre a cenar con ellos.

Cuando el nuevo amigo se sienta a cenar y parte el pan, se dan cuenta, ¡ES JESÚS! Y se ponen muy contentos. 

¿Qué cosas te ponen contento cuando estás triste?

Te invitamos a ver el siguiente vídeo:

- ¿Qué pasaría si esto ocurriese en nuestra clase? 

- ¿Cómo te hace sentir que alguien te insulte? 

- ¿Depende de quién te lo diga le das importancia a un insulto?

- ¿Qué cualidades de otro compañero destacarías?

Dejamos un momento para realizar esta actividad: decir a cada compañero o compañera una cualidad positiva, ¿te atreves a hacerlo?

- En caso de haberlo hecho, ¿cómo te has sentido antes, durante y después de esta actividad propuesta?

¡Gracias Jesús por ser un ejemplo para nosotros!

Padrenuestro.