17 mayo


 Juan 16, 5-11:

"Os conviene que yo me vaya porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré". 


Jesús sigue hablándonos del Espíritu Santo. 

Visiblemente, Él desaparece de entre los discípulos, pero promete la presencia del Espíritu Santo que siempre acompañará a sus seguidores. 

El Espíritu Santo nos acompaña ofreciendo vida en plenitud, infundiendo aliento y fortaleza, ayuda y fuerza en nuestro caminar cristiano. 

El Espíritu Santo nos defiende de la mentira, nos protege de las cobardías, ilumina nuestras vidas, nos da paciencia en las pruebas y nos hace mantener viva la esperanza y la llama de la fe. 

Durante estos días previos a Pentecostés invoca con más frecuencia al Espíritu Santo y déjate guiar por Él. 

Sentirás su fortaleza y verás tu misión, aquí y ahora, con la claridad que Él te dará. 

Buenos días.

Miércoles 17 de mayo

Buenos días a todos, nos encontramos ya en el ecuador de la semana. Con alegría comenzamos un nuevo día y juntos compartimos este ratito de oración.


“Generosidad”

Una persona generosa es aquella que está siempre dispuesta a compartir y regalar a los demás. No sólo podemos ser generosos con nuestras cosas, ¿Cómo? Vamos a poner un ejemplo: un niño acompaña a su abuelita a dar un paseo en lugar de ponerse a jugar con los videojuegos. El niño podría estar pasándoselo muy bien con los videojuegos o la tele, pero prefiere estar con su abuelita. Pues ese niño está siendo generoso. ¿Y tú? ¿Eres generoso o generosa?


Rezamos a la Virgen:

Madre, hazme generoso. Que sepa compartir mis cosas con los demás. Ayúdame, Madre.