Jueves 24 de febrero

Buenos días a todos, comenzamos un nuevo día. Vamos a colocar la mano en el corazón. Cuando estemos todos en silencio, notaremos el latido de nuestro corazón que late sin parar. Jesús es quien nos da la vida, por eso empezamos todos los días el cole, dándole los buenos días, y las gracias por la vida que nos regala.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Te invitamos a ver el siguiente vídeo:


- ¿Qué historia transmite el vídeo que acabamos de ver?
- ¿Cómo se siente el niño que ayuda?
- ¿Y la mamá del otro niño?

Hoy te damos Gracias Jesús por todas las personas que nos rodean.


Evangelio del 24 de febrero


Marcos 9,41-50

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga. Todos serán salados a fuego. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la sazonaréis? Que no falte entre vosotros la sal, y vivid en paz unos con otros.»