Buenos días, respira tranquilamente y comenzamos este momento de oración: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Las palabras mágicas
Hoy vamos a escuchar una historia muy antigua que hablamos acerca de un árbol que enseñó a un niño unas palabras que le ayudarían para toda su vida.
Hace mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás.
El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabra, supercalifragilisticoespialidoso, tan-ta-ta-chán, y muchas otras, pero nada. Rendido, se tiró suplicante, diciendo: “¡¡por favor, arbolito!!”, y entonces, se abrió una gran puerta en el árbol. Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: “sigue haciendo magia”. Entonces el niño dijo “¡¡Gracias, arbolito!!”, y se encendió dentro del árbol una luz que alumbraba un camino hacia una gran montaña de juguetes y chocolate.
El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del mundo, y por eso se dice siempre que “por favor” y “gracias”, son las palabras mágicas.
- ¿Me gusta cuando me piden las cosas por favor y me dan las gracias?
- ¿Cómo me siento cuando los demás lo hacen conmigo?
Padrenuestro.