Martes 31 de mayo

 ¡Buenos días a todos!

Ahora llena toda tu mente con una sola palabra que exprese como quieres sentirte hoy. Podría ser: alegre, amable, cariñoso, curioso… o quizás feliz, tranquilo, entusiasmado o valiente. Elige la palabra que mejor describa cómo te apetece sentirte y concéntrate en ella.

SÓLO EL AMOR, NOS CAMBIARÁ



- Mamá ¿qué es el amor?- le pregunta Emma a su madre, que está plantando peonías en el jardín. ¿Alguien puede decir lo que su mamá le responde?
-Además de a su mamá, ¿a qué personas les hace la misma pregunta?
- Después de escuchar todo lo que le dicen, Emma decide poner en práctica todo lo que le han contado. ¿Qué es para Emma el Amor?
- Un día, un amigo de Emma llega a casa. ¿Qué ocurre, a qué le invita?

Y PARA TI, ¿QUÉ ES EL AMOR?

En este mes de mayo, queremos dar gracias especialmente a María por demostrarnos su AMOR cada día.

Evangelio del 31 de mayo. Fiesta de la Visitación de la Virgen María

 


Fiesta de la Visitación de la Virgen María
Lc 1, 39-56

María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.

María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa