Miércoles 1 de junio

¡Buenos días a todos!

Cuando soñamos lo hacemos a lo grande. Y en ocasiones, podemos lograrlo, como hizo nuestro Dios Padre. 

Creó el mundo, el cielo y la tierra. A las personas, los animales y a todos los seres vivos.

La magia de los sueños está dentro de nosotros. 


- ¿Habéis visto la película de cenicienta?

- ¿Qué es lo que más os ha gustado de ella? ¿Qué es lo que menos?



El sueño de Yi se cumplió e hizo magia con su violín. ¿Cuál es tu sueño? ¿Y tu magia?

Padrenuestro.


Evangelio del 1 de junio

  

San Juan 17,11b-19

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: «Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad.»