Buenos días:
Comenzamos la oración de la mañana EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍTITU SANTO, AMÉN.
En la recta final de la Cuaresma y a pocos días del comienzo de la Semana Santa, recordamos el amor infinito que Dios nos demostró enviándonos a su hijo para salvar a la humanidad.
El Domingo de Ramos, Jesús fue recibido en Jerusalén, aclamado con palmas y ramos. También nosotros debemos dar la bienvenida a Jesús en nuestras vidas con amor y alegría.
Después de haber recorrido el camino de la Cuaresma, llegando casi a su final, acojamos a Jesús en nuestros corazones y que de ellos sólo emane la paz, la justicia y el amor al prójimo.
PADRE NUESTRO.