7 de noviembre

 Lucas 11, 37-41:

"Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades... Dad limosna de lo de dentro y lo tendréis limpio todo".

Muchas veces vivimos de las apariencias externas.
Nos preocupa nuestra imagen, aquello que externamente se puede apreciar de nosotros. Piensa sencillamente en cómo cuidas y cuidamos nuestro aspecto externo al hacernos una fotografía: estamos pendientes del peinado, de la mirada, de la sonrisa, de la postura...
Y, sin embargo, cómo descuidamos nuestro mundo interior que es en realidad de donde brotan las buenas o malas acciones.
No intentes vivir de cara a la galería porque te expones a vivir en una continua falsedad. ¿De qué te sirve que los demás piensen de tí que eres bueno, solidario, íntegro, sincero... si tu interior está mal y está contaminado?.
Porque si tu interior está mal, tarde o temprano terminarás contaminado.
Procura tener limpio el corazón porque así serás feliz: "Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios".
"Dad limosna de lo de dentro y lo tendréis limpio todo".
Buenos días.