Martes 11 de mayo

 Buenos días a todos.


Todos estamos llamados a colaborar con las misiones Escolapias. 
El Centro socioeducativo Sed Bulla que las Escolapias tienen en el barrio de San Miguel de Santo Domingo (República Dominicana), atienden a 20 niños y adolescentes. Cubriendo las necesidades educativas y personales, atendiéndolos de manera integral.
María nuestra Buena Madre, te pedimos por todos los niños del mundo.
Haz que con cada una de nuestras aportaciones podamos ayudarlos, y sentirnos bien al hacerlo.

Padrenuestro.

Evangelio del 11 de mayo


 Jn 16, 5-11

Jesús les dijo: «Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: ‘¿Adónde vas?’ Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado».


Espíritu de Dios en el hombre.

Dicen que si escucho muy dentro

ahí habitas.

Más dentro que el miedo o el coraje.

Más profundo que la risa o la lágrima.

Más mío que la certeza o la duda.

Más amor que el más tierno abrazo.


Dicen que tu voz arrulla los vacíos

y tu silencio acalla los ruidos.

Dicen que sacias el hambre

de quien no sabe,

de quien no tiene,

de quien no puede,

de quien no llega…


Y vuelcas, en mí, palabras de evangelio

y justicia, de perdón y paz,

de llamada y envío, de encuentro…

nombres que en toda lengua se entienden.


Agua fresca en la garganta reseca,

rescoldo de una Vida

que se niega a rendirse,

serenidad en la hora crítica,

tormenta en la historia insípida,


puente que salta abismos imposibles…

… haciendo de mi casa pequeña

la mansión de un Dios.


(José María R. Olaizola sj)

Martes 11 de mayo


“¡Sí!”

María siempre dijo “sí” a lo que Dios quería de Ella. ¿Os acordáis el día en que se le apareció el ángel y le preguntó de parte de Dios si quería ser la Madre de Jesús? ¿Qué contestó Ella? “Aquí está la esclava del Señor”, o en otras palabras “¡Sí!”.

A veces nuestro “Sí” no es como los de la Virgen. A veces nuestra madre o el profesor nos pide algo, nosotros decimos “sí” pero luego no lo hacemos. Algunos de nuestros “sí” son de “mentirijilla”.


Rezamos a María: 

Madre, enséñame a decir un “sí” valiente a Dios, como el tuyo. Que mi “sí” sea sincero, auténtico.