Evangelio del 25 de mayo


 Mc 10, 28-31

Pedro se puso a decir a Jesús: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús dijo: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más –casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones–, y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros».

Martes 25 de mayo

 ¡Buenos días a todos!

¿Cómo os encontráis? ¿Cómo va la semana? 

Comenzamos la oración con alegría de estar juntos, proporcionando un estado de tranquilidad, con postura y actitud relajada.

Vamos a dejar un momento personal, para pensar cómo podemos sorprender a alguien con algún detalle bueno, sin decirle que hemos sido nosotros. Seguro que esa persona especial para ti, te conoce muy bien y se dará cuenta de tu detalle. Pero intentemos llevar a nuestra vida, estas actitudes de María:

Servicio, detalle y silencio

Para finalizar, terminamos escuchando la siguiente canción:


¡Buen día!

Martes 25 de mayo


“Generosidad”

Una persona generosa es aquella que está siempre dispuesta a compartir y regalar a los demás. No sólo podemos ser generosos con nuestras cosas, ¿Cómo? Vamos a poner un ejemplo: un niño acompaña a su abuelita a dar un paseo en lugar de ponerse a jugar con los videojuegos. El niño podría estar pasándoselo muy bien con los videojuegos o la tele, pero prefiere estar con su abuelita. Pues ese niño está siendo generoso. ¿Y tú? ¿Eres generoso?


Rezamos a la Virgen:

Madre, hazme generoso. Que sepa compartir mis cosas con los demás. Ayúdame, Madre.