Martes 8 de junio

 ¡Buenos días a todos!

Comenzamos nuestro ratito de oración, en silencio, bien sentados, cómodos, respiramos profundamente dos veces... Ahora escucharemos atentamente el cuento, para poder descubrir el mensaje.


  • ¿Qué nos enseña este cuento?
  • Comparte con los demás lo que más te ha gustado.
Terminamos este cantando el Padrenuestro:


¡Buen día!



Evangelio del 8 de junio

 

Mt 5, 13-16

Jesús dijo a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.

Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.

Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo».