Buenos días a todos, hacemos un momento de silencio, respirando profundamente varias veces, sentimos que se hinchan los pulmones, sentimos que Dios está aquí y ahora está contigo.
Comenzamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Una de las ideas más fuertes de la Cuaresma, es la que tenemos que cambiar. Pero ¿Cambiar para qué? Lo que Dios quiere de nosotros es que cambiemos para que de esa forma podamos cambiar el mundo hacia un lugar mejor para todos. Hoy vamos a ver que podemos empezar con pequeños gestos.