ADVIENTO
Es un tiempo de espera, un tiempo de preparación para la llegada de alguien muy importante. Recordáis la oración de ayer; Dios tenía un sueño. Y ese sueño, era nacer entre nosotros. Pero, ¿estamos preparados? ¿estáis despiertos por si nos llama en cualquier momento?
En nuestro día a día, nos llegan llamadas; tienes que, catálogos de juguetes, necesidades diarias en nuestra familia… Recibimos miles de notificaciones y alarmas.
Y en medio de todo esto, Dios quiere nacer en nosotros, pero su voz queda un poco apagada, escondida entre tanto ruido.
OS INVITAMOS EN ESTE TIEMPO A SILENCIAR TODO LO POSIBLE, LAS ALARMAS DE LA RUTINA, Y A SUBIR A TODO VOLUMEN, ESAS ALARMAS QUE NOS RECUERDAN LAS LLAMADAS DE DIOS, LAS QUE NOS ACERCAN A ÉL.