Empezamos la oración en presencia de nuestro amigo Jesús. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Hoy os vamos a contar un secreto muy importante. Tenemos en nuestro interior la magia de ayudar a los demás; solamente tenemos que escuchar a los demás desde el corazón.
Cuando escuchamos al otro cuando nos cuenta algo, como por ejemplo que tiene un problema, que está triste o cualquier otro sentimiento, nos damos cuenta de que muchas de esas situaciones o emociones también las hemos vivido o sentido nosotros.
Terminamos la oración y nos despedimos con un beso a Jesús y otro a María.
Padrenuestro.