Durante estos días seguimos acercándonos a la figura de San José de Calasanz.
La oración de esta semana consistirá en una lectura bíblica que tiene que ver con la experiencia de vida del santo, un trozo de una de sus cartas y una oración final.
Comenzamos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lectura del Evangelio según san Mateo (11, 25-26)
En aquella ocasión tomó la palabra Jesús y dijo: “¡Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra! Porque, has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a los pequeños e ignorantes. Sí, Padre, ésta ha sido tu elección.”
Breve comentario:
Jesús pone en evidencia la predilección que tiene Dios por aquellos que son sencillos. La sabiduría no se encuentra en ‘saber’ muchas cosas cuanto en conocer lo que a uno le hace feliz. Jesús advierte que la fe, la palabra de Dios, su propio mensaje no es para engordar el conocimiento, sino para provocar una experiencia. Solamente los sencillos, los que aparentemente no saben y se dejan guiar, son los que reciben la elección de Dios. Calasanz comprueba que los niños tienen mucho ganado en esta aspecto. No sólo ellos, sino aquellos que trabajan y están mucho tiempo con los pequeños tienen más posibilidades de conocer esta verdad. Él numerosas veces anima a sus compañeros a ser humildes, esto es, llegar a saber que todo depende de Dios y que somos instrumentos en sus manos. Si hay que formarse y estudiar y trabajar es para ser un buen instrumento en manos de Dios.
Carta de Calasanz:
Debemos creer que Dios guía todas las cosas a mayor gloria suya y bien nuestro, aunque nosotros, como ignorantes y débiles en sus cosas, algunas veces tenemos por adverso lo que nos es útil, y por conveniente lo que nos es contrario. Dejemos, pues, guiar la barca a su divina majestad y recibamos de su mano santísima todo lo que nos suceda. (30/08/1631)
Padrenuestro...
Oración final:
Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a San José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños, concédenos, te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.