Adoptemos una actitud de reflexión y de escucha, pues para llegar al corazón de Calasanz es necesario estar en silencio con uno mismo. Deja a un lado lo que te preocupa, te invito a escuchar unas breves pinceladas de su historia.
Remóntate a 1557, a un pueblecito de Aragón llamado Peralta de la Sal.
Los primeros pasos de José de Calasanz
José era el menor de 8 hermanos, un joven estudioso, responsable, generoso y con una gran simpatía personal, lo cual le permitía tener muchos amigos entre sus compañeros de estudios. Tenía muy clara su vocación de sacerdote desde muy pequeño, le gustaba mucho rezar y luchó por perseguir su sueño. Como era muy estudioso le llevaron a Estadilla y de allí se marchó a Lérida para iniciar sus estudios de Filosofía. En Lérida estuvo seis años. Sus compañeros le votaron prior de los estudiantes aragoneses, lo que ahora llamaríamos el delegado universitario. Estaba en una edad inquieta con arranques de rebeldía, pero gracias a las enseñanzas que le había inculcado su madre, llamada María, José nunca dejó de lado su vocación religiosa. Con esta intención viajó de Lérida a Valencia, donde cursó estudios de teología. Allí superó una de sus primeras tentaciones ya que una joven se enamoró de él. En aquel momento, José tenía 21 años y bien podía haber cambiado su destino, pero la determinación de José de ser sacerdote, lo impidió.
Hacemos una breve reflexión:
Recordamos las características de la persona de San José cuando era joven como vosotros. Responsable, estudioso, con determinación, generoso, sociable, orante...
¿Somos capaces de renunciar a comodidades que nos aparten de nuestro camino?
Peticiones:
Pedimos al Señor que...
...me haga ser responsable en mi trabajo como San José.
...me ayude a ser generoso con todos aquellos que lo necesitan, comenzando por el compañero que tengo a mi lado.
...me ayude a ofrecer una sonrisa a todos los que se acercan a mí para que el grupo de clase esté unido y la convivencia sea más fácil.
Oración Final:
Señor, Dios rico en sabiduría que por medio de San José de Calasanz manifestaste la grandeza de tu amor hacia los niños, especialmente los más necesitados, concédenos imitar su ejemplo de oración y trabajo para poder seguir el camino de Jesús como él supo seguirlo. AMEN