Buenos días a todos, hacemos un momento de silencio, respirando profundamente varias veces, sentimos que se hinchan los pulmones, sentimos que Dios está aquí y ahora está contigo.
Comenzamos en el nombre del PAdre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Una de las ideas más fuertes de la Cuaresma, es la que tenemos que cambiar. Pero ¿Cambiar para qué? Lo que Dios quiere de nosotros es que cambiemos para que de esa forma podamos cambiar el mundo hacia un lugar mejor para todos. Hoy vamos a ver que podemos empezar con pequeños gestos.
– ¿Qué gestos hemos visto y nos han gustado más?
– ¿Alguno de ellos los has hecho tú alguna vez? ¿Cómo te sentiste?
– Piensa en lo que llevas de día. ¿Has visto ya algún gesto de ese tipo? ¿Has tenido tú algún detalle con alguna persona?
– ¿En qué ocasiones del día hoy podría tener alguno de estos detalles?
"Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres".
Todos aspiramos a conocer la verdad y a vivir en libertad. Pero, cuántas veces, a lo largo de la vida, caemos en errores y en esclavitudes que nos tiranizan!.
Jesús nos hace ver la verdad de nosotros mismos. Contrastando nuestras vidas con sus palabras y con sus hechos, nos daremos cuenta de las mentiras en las que muchas veces vivimos y de las cadenas que muchas veces nos atan.
Permaneciendo fieles a su palabra, nos veremos como Él nos ve y también veremos la realidad que nos rodea con sus propios ojos.
Fíate de la mirada de Jesús!. Cuántas otras miradas nos engañan haciéndonos caer en la mentira, deformando nuestra propia imagen y deformando también la realidad.
Mira con la mirada de Jesús!. Cuántas veces quisiéramos ver claridad en situaciones, en acontecimientos, en experiencias...
!Acude siempre a Jesús!. Él es la luz.
Una planta en continua oscuridad termina muriendo. Y una planta a plena luz crece con vida, florece y da fruto.
La luz que Jesús te da también te hará que tengas vida abundante y que tu vida florezca en una continua primavera y que dé fruto abundante.
Buenos días a todos, comenzamos este ratito de oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
El Maestro paseaba calle abajo cuando, de pronto, salió de un portal un hombre que chocó violentamente con él.
El individuo, totalmente fuera de sí, rompió a soltar palabrotas. El Maestro hizo una breve inclinación, sonrió amablemente y le dijo:
—Amigo, no sé quién de los dos ha tenido la culpa de que chocáramos, pero no estoy dispuesto a perder el tiempo tratando de averiguarlo…Si la culpa ha sido mía, le pido perdón; si ha sido suya, olvídelo.
Y, tras hacer una nueva inclinación y esbozar una nueva sonrisa, siguió caminando.
- ¿Cuál es la diferencia entre el maestro y el individuo?
- ¿Cuál de los dos comportamientos hay más entre la gente de tu edad?
- ¿Es igual decir o no palabrotas? ¿Cómo lo vives tú?
"El que esté sin pecado que tire la primera piedra... Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más".
El Papa Francisco, recién elegido Papa, comentó así este pasaje del Evangelio: "Nos conmueve la actitud de Jesús con la mujer adúltera: "Tampoco yo te condeno". El rostro de Dios es el de un padre misericordioso. Siempre tiene paciencia.
¡Dios nunca se cansa de perdonar! ¡Nunca!. El problema es que nosotros nos cansamos de pedir perdón. Tenemos que aprender a ser más misericordiosos con todos.
En el Padre Nuestro decimos "perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden".
¡No culpes nunca!. El pecado siempre ha de ser condenado pero el pecador siempre ha de ser perdonado.
Evita echar culpas a los demás. El Evangelio nos enseña a perdonar, porque "el que esté sin pecado, que tire la primera piedra".
"Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?".
En estos últimos domingos de Cuaresma hemos ido contemplando a Jesús como el AGUA VIVA y como la LUZ que ilumina el mundo.
Hoy lo contemplamos como la RESURRECCIÓN y la VIDA.
Todos nosotros somos como ese Lázaro que tiene muerta alguna de las partes o facetas de su vida.
También somos como ese Lázaro que estamos atados con "las vendas mortuorias" sin poder andar y sin poder vivir en plenitud.
Deja que hoy, en este quinto domingo de Cuaresma, Jesús adelante en ti su VIDA y su RESURRECCIÓN.
También hoy Jesús te dice que salgas fuera. Que dejes tus "muertes". Que abandones tus "sepulcros". Que te veas libre de todo aquello que te impide la vida en plenitud.
También Jesús desata todas tus ataduras para que puedas servir a los demás, para que puedas entregarte a Él con alegría y generosidad. Para que puedas seguirle allí donde Él te vaya pidiendo.
Que te sacies del AGUA VIVA de Jesús y que su LUZ, su VIDA y su RESURRECCIÓN te inunden plenamente en esta ya próxima Semana Santa.
Buenos días a todos, hacemos un momento de silencio para calmarnos y comenzar la oración de hoy. Respiro hondo: 1...2... y 3 veces. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
¿Cómo te sientes hoy? Vamos a ver el siguiente vídeo:
- ¿Qué ha pasado en el vídeo?
- ¿Cómo se han sentido las niñas?
- Y tú, ¿cómo reaccionas cuando te quitan algo o te molestan?
Jesús nos quiere felices, prefiere que sonriamos y lo pasemos bien.
Dame, Jesús, el don de la alegría, que llene de sonrisas, de abrazos y de besos, el mundo.
Buenos días a todos, nos ponemos delante de Jesús "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén". Antes de comenzar este ratito de oración, lo primero que vamos a hacer es relajarnos un poco.
Nos tranquilizamos, respiramos profundamente, sentimos nuestro cuerpo aquí sentado. sentimos nuestras piernas, nuestros pies, nuestras rodillas, pesan, están ahí. También sentimos nuestros brazos tranquilos, nuestras manos y nuestros dedos. Sentimos nuestra cabeza, los ojos un poco cerrados, la nariz, la boca, el pelo. Y el resto de nuestro cuerpo que se mueve suave al ritmo de nuestra respiración. Sentimos mucha paz. Jesús está con nosotros.
Jesús es el Hijo De Dios y El Salvador del mundo. Mientras Jesús estuvo en la tierra les enseñó a sus amigos cuánto les quería Dios. Hizo muchos milagros y sanó a muchas personas de sus enfermedades.
Pasó toda su vida atento a las necesidades de los demás. Y tú, ¿Estás atento o atenta a tus amigos y familiares?
Comenzamos dando los buenos días a todos, a Jesús y a María con esta canción:
Es muy bonito ver como perdona Jesús, porque hay que reconocer cuando hacemos las cosas mal, a veces, lo ocultamos por miedo y vergüenza e incluso, reconocer cuando me equivoco.
Cuando nos equivocamos, Jesús nos da su cariño. Él no hace que nos sintamos mal sino que nos transforma. Nos da una oportunidad para comenzar de cero.
Creemos a veces que los santos han llegado a serlo por sus propias fuerzas.
Y cuando los queremos imitar, también creemos que podemos hacerlo con nuestras propias fuerzas.
Olvidamos que quien actúa siempre es el Señor. Es el Padre quien amorosamente y continuamente está actuando en nosotros.
Es el Hijo quien también continuamente nos está dando la VIDA.
Es el Espíritu Santo quien permanentemente nos santifica.
Ciertamente que todos los santos son héroes. Pero no porque ellos hayan triunfado sino porque Dios ha triunfado en ellos.
Abre tu corazón a la actuación de Dios en tí. Deja que su gracia te vaya transformando.
Su palabra diaria te irá enseñando el camino. Y los sacramentos te irán manteniendo y dando las fuerzas necesarias para que también Dios triunfe en tí.
En el evangelio de hoy aparecen tres imperativos en los labios de Jesús. Son tres imperativos que también van dirigidos a tí:
+ LEVÁNTATE: No te duermas en tu vida de fe. La Cuaresma es un tiempo propicio para despertar y levantarse. Deja tu somnolencia espiritual o tu indolencia y pereza. Pon a punto tu fe y tu vida espiritual.
+ TOMA TU CAMILLA: Que no te puedan tus problemas, tus preocupaciones, los aspectos negativos que encuentras en tu vida y en la vida de los demás. Son tus cruces que vienen a ser tus "camillas". Abrázalas y llévalas con alegría. Que no te paralicen.
+ ECHA A ANDAR: Eres caminante detrás de Jesús. Recorre su camino. Intenta ser de verdad su seguidor y su discípulo.
Buenos días a todos, ya casi estamos terminando el segundo trimestre.
Comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Escuchamos con atención este cuento tan bonito llamado "Un corazón dentro de otro"
- ¿Quién sale en el cuento?
- ¿Ves algo parecido en las cosas que haces con tus padres y las que salen aquí?
No hay nada más maravilloso y puro como el amor que los padres sienten hacia sus hijos. Así debes sentirte tú. Tus padres te van a querer siempre, aunque a veces creas que no estás haciendo bien las cosas, ellos te perdonarán siempre.
La Virgen María era madre de Jesús. Y cuando su hijo empezó a predicar y hacerse importante, supo que tenía que dejarle ir y vivir con las personas más necesitadas.
Imaginaros cómo se sentía María al ver a su hijo hacer tantas cosas buenas.
Le damos gracias a María por darnos esta enseñanza tan importante. El amor no tiene límites. Los momentos malos no pueden apagarlo, al revés, lo fortalecen.
Comenzamos el día y damos los buenos días; a los compañeros con los que nos hemos reunido, a María y a Dios: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; Amén.
Las Emociones
- ¿Qué son las emociones?
- ¿Cuántas emociones conoces?
- ¿Cómo te sientes ahora mismo?
Después de ver el vídeo, ¿qué es la alegría?
Vamos a estar hoy muy atentos; a la cara, expresión, sentimientos que pueden tener hoy las personas que nos rodean, para servir y ayudar a esas personas.
Jesús,
dame un corazón alegre y dispuesto,
para servir a los que me rodean.
En el lugar que me pidas:
En mi familia, con mis amigos, en la escuela, y en el barrio…
quiero vivir atento a las necesidades de los demás.
En especial muy atento a todas las personas que sufren.
"José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de los pecados".
José aparece hoy en la escena del Evangelio como siempre aparece él: abierto a los caminos del Señor.
José es el hombre que ve, cree, sufre, calla, espera y obedece.
Por su cabeza pasarían distintos caminos, pero cuando vio el camino que Dios le marcaba, porque lo necesitaba, no dudó en comprometerse y aceptar su voluntad con todas las consecuencias. Asumió desde la fe que Dios actuaba en su vida y en la vida de María y vive con agradecimiento esta misteriosa realidad.
Pide al Señor, por intercesión de San José, que aceptes siempre sus planes y los puedas realizar cada día en tu vida.
Buenos días a todos, hoy nos vamos a relajar, escuchando una pequeña historia y a través de unas posturas de yoga (realizar sólo hasta el minuto 2:40)
¿Cómo fue el paseo agradable o molesto?
¿Creéis que si hubiera habido basura en el bosque, el paseo hubiese sido igual?
¿Es agradable pasear con mal olor o pisando latas, botellas o plásticos?
¿Podrían vivir las mariposas y los árboles que nos hemos encontrado en este paseo, con basura?
Cuando sales al bosque, a la playa o a la montaña y haces un pícnic… ¿qué sueles hacer cuando terminas tus batidos, zumos, envoltorios de comida,…?
Vivimos en un mundo hermoso. Mira las cosas impresionantes que hay a tu alrededor. Dios creó el cielo, la tierra, las montañas, los mares, los animales, las plantas y creó al hombre y a la mujer, para que viviesen y cuidasen este mundo. Por ello, Jesús nos pidió que siguiéramos cuidando nuestro planeta, como si fuera nuestra casa.
Cierra los ojos y piensa…
¿Qué cosas podemos hacer para no estropearlo?
Finalizamos, dando gracias a Dios.
Gracias Señor, por esta naturaleza que nos has regalado.
Jesús le preguntó: Crees tú en el Hijo del hombre?". El ciego contestó: "Y quién es, Señor, para que crea en Él?". Jesús le dijo: "Lo estás viendo: el que te está hablando, ese es". Él dijo: Creo, Señor". Y se postró ante Él".
Los que tenemos el regalo de poder ver la luz, los colores, las cosas, las personas... es imposible que nos hagamos idea de lo que es ser ciego de nacimiento.
El ciego de nacimiento no conoce los colores, no conoce la luz, no sabe exactamente qué es un hombre, ni qué es un árbol, ni qué es un pájaro ni una montaña...
El ciego de nacimiento que comienza a ver después de que Jesús le untara barro en los ojos, se siente como si de nuevo Dios lo hubiera creado.
Deja hoy que Jesús también toque tus ojos para que quite la niebla que enturbia tu fe.
Póstrate ante Él. Él sabe crear la luz donde existe la tiniebla. Él sabe quitar la oscuridad y hacer de tí una nueva persona.
Que en este cuarto domingo de Cuaresma el Señor haga de tí una nueva criatura para que llegues a gozar plenamente de la Pascua que se aproxima.
Buenos días a todos, ¿qué tal el fin de semana?, podemos compartirlo con nuestros compañeros.
Hacemos un momento de silencio para calmarnos y poder comenzar la oración. Respiro 1...2...y 3 veces. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
- ¿Qué ha ocurrido en el vídeo?
- ¿Te esfuerzas cada día aunque no tengas ganas de hacerlo?
- Cuando después de un gran esfuerzo, consigues la meta que buscabas. ¿Cómo te sientes?
- Si por el contrario, no te esfuerzas y como consecuencia, no lo consigues. ¿Cómo te hará sentir?
EL ESFUERZO
- ¿Qué es el esfuerzo o esforzarse?
- En este último vídeo, ¿se esfuerza la niña?
- En caso afirmativo, ¿por qué lo sabes?
- ¿Ha cambiado tu forma de pensar sobre la importancia del esfuerzo diario tras ver el vídeo?
"El fariseo, erguido, oraba así en su interior: ¡oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano... El publicano, en cambio, sólo se golpeaba el pecho diciendo: ¡oh Dios!, ten compasión de este pecador".
Todos llevamos dentro una dosis de fariseo y otra dosis de publicano.
Lo que dentro llevo de fariseo me lleva a creerme superior a los demás, me lleva al orgullo, al desprecio de los otros, a pensar que me puedo salvar por mis propias fuerzas y con el mérito de mis propias obras.
Nuestro sentimiento de publicano me lleva a la humildad, a reconocerme pecador y a no confiar en mis propias fuerzas.
La actitud farisea siempre estará mal y la actitud del publicano no siempre estará bien.
Está bien reconocer lo que somos, pero reconociendo al mismo tiempo que somos hijos de Dios y que para Él somos muy apreciados y muy queridos.
Nuestra misma debilidad ha de lanzarnos a la alegría y al optimismo.
Soy hijo de Dios y mi Padre me quiere y también ama mi debilidad con infinita misericordia.
Y también con infinita misericordia perdona mi pecado.
"El que no está conmigo, está contra mí; el que no recoge conmigo, desparrama".
Con frecuencia intentamos compaginar nuestra vida de seguimiento de Jesús con el seguimiento de otros "señores".
Queremos estar con Jesucristo y recoger con Él, pero también caemos en la tentación de estar en asuntos muy contrarios a Él e intentar también sacar provecho de ellos.
Lo que pasa es que con Jesús no caben medias tintas. Él nos lo dice muy claro.
Tú quieres fundamentar tu vida en roca sólida y firme.
Tú quieres recoger auténticos frutos de vida.
Tú no quieres que tu vida se diluya y se pierda inútilmente.
Tú no quieres que tu vida se recoja en cisternas agrietadas.
Pues acércate a Jesús. Recogiendo con Él, no estás desparramando. Estás construyendo en firme y estás recogiendo vida verdadera. Busca hoy la manera de recoger con Jesús y no desparramar ningún momento de este día.
Buenos días a todos, hemos llegado al viernes, casi sin darnos cuenta.
¿Crees que ser solidario tiene algo que ver con cuidar del compañero? Parece que sí, disfruta de este momento y vívelo con ilusión.
Comenzamos este ratito de oración en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Cerramos los ojos, respiramos tranquilamente y saludamos a Jesús.
Ahora con esta tranquilidad, piensa en una persona que los últimos días hayas visto que no está bien... dedícate tu tiempo y, cuando encuentres en tu mente a alguien, párate. Ponle cara y empieza a imaginarle a lo largo del día... las cosas que hace, su actitud en clase, su carácter, cómo suele comportarse con los demás, cómo se comporta contigo,...
Jesús nos quiere hablar a través de la solidaridad, que significa apoyo y ayuda en situaciones difíciles.
¿Qué gesto puedes tener con esa persona?
¿Qué puedes hacer por ella?
Todos vivimos en un mismo mundo que creó Dios para que viviésemos todos.
Buenos días a todos, en este momento de oración respiramos profundamente... y en actitud relajada, comenzamos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Venimos al cole muy alegres y queremos estar contigo Jesús, que siempre nos escuchas.
Hoy vamos a rezar por los REFUGIADOS.
->¿Sabéis qué es un refugiado?
Es una persona que se encuentra fuera de su país (donde ha nacido o donde vive habitualmente), debido a un temor o miedo por la guerra, la persecución,...
En el siguiente vídeo nos lo explica mejor. (Para los más pequeños, intentamos leerle lo más importante)
Compartimos las siguientes preguntas:
-¿Por qué crees que las familias enteras abandonan sus hogares?
-¿Crees que es justo lo que les ha tocado vivir? ¿Piensas que nos podría haber pasado a nosotros o que incluso podría pasar?
-¿Qué podemos hacer nosotros por ellos? ¿Conocemos gente que ayude a estas personas?
Vamos a pedirle a nuestro Señor Jesús, que nos ayude a abrir nuestros corazones para comprender y atender adecuadamente a los refugiados
(Los niños más pequeños repiten la letra verde)
Señor Jesús, ayúdanos con tu gracia
A eliminar miedos, para que podamos abrazar a cada uno de los refugiados como nuestros hermanos, ya que también son tus hijos.
Señor Jesús, ayúdanos con tu gracia
Ayúdanos a acogerlos, con alegría y generosidad, respondiendo a sus muchas necesidades.
Señor Jesús, ayúdanos con tu gracia
A darnos cuenta de que tú quieres los mismos caminos de paz y justicia para todos.
Señor Jesús, ayúdanos con tu gracia
A compartir nuestra abundancia de alimento, hogares, dones…
Señor Jesús, ayúdanos con tu gracia
A dar testimonio, ejemplo de tu amor a todas las personas, mientras celebramos los muchos dones que ellas traen.
"Jesús dijo a sus discípulos: No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas; no he venido a abolir, sino a dar plenitud".
Jesús no quiere romper con nada de lo antiguo por el mero hecho de ser antiguo. Lo que sí quiere Jesús es desterrar todo lo antiguo que ha quedado vacío de contenido.
Y también lo que quiere es llenar lo antiguo con el contenido nuevo del Evangelio que Él nos trae y nos anuncia.
Jesús no quiere observancias vacías ni ritos desnudos. Tanto observancias como ritos, Jesús los quiere llenos de amor a Dios y al prójimo.
Tanto observancias como ritos, han de ser caminos y herramientas para acercarnos más y encontrarnos más en profundidad con nuestro Dios y con nuestro prójimo.
No desprecies ninguna norma ni tampoco ningún rito. Intenta llenarlos de su auténtico contenido. Cuida mucho de no hacerte un código de ritos y de normas a tu medida y conveniencia pero vacíos de contenidos verdaderamente cristianos.
Pide hoy al Señor que te ayude a seguir mejor su ley de amor y a poner tu confianza plena en Él.
"Se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: Señor, si mi hermano me ofende, cuántas veces le tengo que perdonar, ¿hasta siete veces?. Jesús le contestó: no te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete".
"¡Ya está bien!". "Le doy la última oportunidad!". "¡Yo perdono, pero no olvido!".
Son expresiones que empleamos con cierta frecuencia cuando hablamos de perdón.
Imagínate que también el Señor a tí y a mí nos dijera alguna de estas frases.
Al menos por lo que a mí respecta, ya habría agotado hace mucho tiempo todas las oportunidades.
Pero el Señor es compasivo y misericordioso. Perdona hasta setenta veces siete. Que quiere decir que perdona siempre.
Para Dios siempre es tiempo de misericordia.
Y también lo ha de ser para nosotros.
En primer lugar, no dudes de acercarte al Señor pidiendo su perdón y su misericordia. Él te dará sin medida, si te arrojas a sus pies como esas personas del evangelio de hoy.
Y, en segundo lugar, practica tú también la misericordia. No seas como el deudor de los diez mil talentos.
Concede siempre el perdón con la misma misericordia que lo hace Dios contigo: hasta setenta veces siete. Es decir, siempre.
Buenos días a todos, respiramos profundamente por la nariz y expulso el aire muy despacio...
Ahora que hemos creado un clima de silencio, paz y tranquilidad, estamos preparados para hablar contigo, Jesús. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Comenzamos la oración a través del cuento: "Los animalejos cuidan su casa".
Es momento de compartir y comprender:
- ¿Qué hacían Pablo y Ana?
- ¿Dónde llevaron la basura, los animalitos?
- ¿Qué decidieron hacer entre todos?
Cuando trabajamos en equipo, somos capaces de ayudarnos y de llegar a encontrar grandes soluciones entre todos. ¿Sabéis qué es reciclar?, ¿vosotros recicláis en casa?
Durante la Cuaresma nos hemos comprometido a realizar algún cambio en nuestra vida, para cuidar lo que tenemos.
- ¿Nos comprometemos a separar el vidrio, el plástico y el papel, de la basura con restos orgánicos de casa?
Si clasificamos nuestra basura y la tiramos a su contenedor correspondiente, estaremos ayudando a nuestro planeta Tierra, a conservarlo y a protegerlo.
Dios, nuestro Padre, estará contento de que cuidemos este mundo tan maravilloso que nos ha regalado, esta es una de entre 10.000 razones para hacerlo.
Buenos días a todos, ¡qué bien se está aquí! Comenzamos este rato de oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
¿Cómo te sientes hoy?
Cada día, incluso en cada momento podemos tener diferentes sentimientos o emociones, dependiendo de cómo nos encontremos por dentro o de lo que nos haya sucedido.
Jesús nos quiere felices, él prefiere que sonriamos y lo pasemos bien. Aunque también nos quiere cuando estamos tristes, asustados, enfadados...
¡Él nos quiere de todas formas!
Y tiene la paciencia para ayudarnos a cambiar y mejorar.
Todos nosotros hemos nacido y estamos viviendo en la "tierra de Jesús":
Desde pequeños hemos oído hablar de Él. Hemos asistido a catequesis. Solemos dedicar un rato a la oración y también solemos participar con frecuencia en la Eucaristía.
Por eso digo que estamos en "la tierra de Jesús".
Pero tenemos el peligro de acostumbrarnos tanto a Él que, siendo "paisanos" suyos, no le hagamos caso ni sepamos darnos cuenta de su presencia. Puede ocurrir que no aceptemos que Él nos pueda hablar por medio de personas, de circunstancias, de los hechos y acontecimientos cotidianos...
Pídele hoy al Señor que te abra bien los ojos para que sepas verlo cada día en personas y acontecimientos y que también puedas asombrarte de las maravillas diarias que contigo y con todos continuamente está haciendo.
"Jesús le contestó: El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed. El agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un mananantial de agua que salta hasta la vida eterna. La mujer le dice: Señor, dame esa agua; así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla".
La mujer samaritana va buscando agua a un pozo y se encuentra con un manantial.
En el pozo el agua está estancada, está tambien parada, puede incluso que esté putrefacta y que esté contaminada y no sirva en absoluto para beber y saciar la sed.
El manantial es algo vivo, brota del seno de la tierra, corre cantando por el valle, en su ribera florece la vida, crecen los árboles, se abren las flores, nace la alegría...
La mujer samaritana anda despistada. Toda su vida, hasta este momento, lo ha estado. Busca agua en un pozo que no tiene vida pero tiene la suerte de encontrarse con el verdadero MANANTIAL que da la vida eterna: se encuentra con Jesús.
Deja su cántaro en el suelo y se acerca a Jesús pidiéndole que le dé ese agua que brota hasta la vida eterna y que bebiéndola nunca se tendrá más sed.
+Tú, ¿acudes a "pozos" o acudes al MANANTIAL para saciar tu sed de autenticidad, de felicidad, de paz, y de vida?.
+Qué aguas estás bebiendo para saciar tu sed?.
+En qué sentido es Jesús para tí el "agua viva" qué sacia tu sed?.
+ El agua que estás bebiendo en el camino de tu vida, viene de "pozos" o la bebes del MANANTIAL que es Jesús?.
Buenos días, al comenzar este ratito de oración, nos damos cuenta de lo mucho que nos gusta estar con Jesús. Muchas veces traemos muchas cosas en la cabeza, sin embargo contigo Jesús, nos llenamos de paz. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Escuchad con atención:
- ¿Qué ha ocurrido en el vídeo?
YO SOY EL AGUA VIVA
Jesús conoció a muchísimas personas y las trataba con amor y cariño. A Él no le importaba si eran personas ricas o pobres, sanas o enfermas. Él miraba a todos con los ojos llenos de AMOR.
Buenos días a todos, comenzamos a rezar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Durante estos días estamos descubriendo esta parte de la vida de Jesús en la que fue tentado para hacer el mal pero prefirió seguir haciendo el bien.
Nosotros también tenemos tentaciones pero siempre hay alguien que está cerca de nosotros que nos recuerda lo que está bien son como nuestros <<ángeles>> que nos acompañan.
- ¿Sabemos quiénes son?
- ¿Eres tú un <<ángel>> para los demás?
Durante el día de hoy nos vamos a comprometer a ser el <<ángel>> de alguien, pero sin que él o ella se den cuenta.
Buenos días a todos, comenzamos este ratito de oración escuchando la siguiente canción:
En este tiempo litúrgico vamos a disponer nuestro corazón para escuchar con atención el mensaje que Dios nos trae y vamos a acompañar a Jesús en este camino.
"El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan sino para servir y dar su vida en rescate por muchos".
Los discípulos no acaban de entender ni el lenguaje ni los planteamientos de Jesús. Son como dos mundos paralelos. Mientras Jesús sube a Jerusalén, va hablando a sus seguidores de sufrimiento, de fracaso, de muerte en cruz y también de plenitud de vida.
Y al mismo tiempo los discípulos, con la madre de los Zebedeos al frente, van pensando en triunfos, en brillantes carreras, en grandes honores, en poder...
Jesús, ante la ignorante y terca postura de sus discípulos, nos vuelve a recordar lo que también hace pocos días nos decía: "el primero entre vosotros será vuestro servidor".
Recuerda e intenta vivir tú también una de las claves fundamentales de su Reino: el verdadero poder es el servicio.
Realiza hoy ese trabajo o esa tarea que tú sabes que a nadie le gusta hacer.
Buenos días a todos, hoy celebramos el día internacional de la mujer, por este motivo, os invitamos a ver el siguiente vídeo:
¡Gracias por todo lo que hicistéis!
Además, vamos a rezar juntos el padrenuestro estando especialmente atentos, en el momento en que decimos: "Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden".
Seguramente la Virgen María, recibió muchas ofensas, pero las perdonó.
Y le pedimos valentía, para que hoy mismo, pidamos perdón a quien le causemos algún dolor o sufrimiento, así como perdonar a aquellos que nos hayan causado algún malestar.
Antes de terminar la oración, vamos a pensar lo siguiente: "Todos estamos llamados a perdonar a los que nos ofenden, y a perdonar a aquellos que nos causen dolor", pero...
Padrenuestro.
- ¿A quién tienen que perdonar en el vídeo que acabamos de ver?
- ¿Y el niño que causa dolor, conseguirá perdonarse a sí mimo?
"El que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".
No podemos negar que a todos nos gusta ser los primeros. Nos gustan los halagos, los piropos, que nos reconozcan y que conozcan lo que hacemos.
Nos gustan los primeros puestos, que nos hagan reverencias, que nos consideren superiores...
En definitiva, buscamos el ser servidos antes que servir.
Pero Jesús invierte las cosas y nos recuerda nuestra igualdad como hermanos, la primacía del servicio, el saber ser humilde y "vivir arrodillados" para estar más cerca de la gente sin creernos especiales y superiores.
Jesús nos invita a la honestidad, a la sinceridad y a la coherencia.
Es propicio este tiempo de Cuaresma para meditar en todos estos consejos de Jesús.
Pregúntate si actúas con coherencia, si te portas como piensas, si pides a otros un comportamiento que tú no tienes, si haces las cosas porque crees que así las debes hacer o las haces para que te vean, si buscas primeros puestos y si te consideras más maestro que tu hermano.
Acepta tu pequeñez y evita la soberbia y el orgullo. Déjate ser pequeño.
Buenos días a todos, cierra los ojos y respira con normalidad. concéntrate en los sonidos que nacen de ti: tu respiración, latidos, ...Dios también está en tu interior y quiere hablarte desde ahí. Dios te pedimos que te acerques a nosotros en este día.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Qué damos a los demás, qué damos a nuestro mundo...
María vivía en un pueblo sencillo. En ese momento, la gente estaba muy agobiado por los impuestos que tenían que pagar, muchas personas eran pobres. María siempre estuvo cerca de los más necesitados y de los que sufrían.
Hoy sabemos que nosotros tenemos que ayudar a los necesitados, como lo hizo María.
- ¿Cómo puedes ayudar a los más necesitados? Lo comentamos juntos en voz alta.
"... Señor, qué bien se está aquí!. Si quieres, haré tres tiendas una para ti, otra para Moisés y otra para Elías".
Nos encontramos hoy con Jesús, el hombre nuevo que hace nuevas todas las cosas. El hombre nuevo que hace nuevo a todo el que se deja encontrar por Él.
En el relato de hoy contemplamos la Transfiguración del Señor. Jesús se nos muestra como plenitud de la Ley y los Profetas. Y el Padre nos invita a escucharlo y a seguirle: "Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadlo".
Jesús es el camino que nos conduce al Padre. Camino que es camino de cruz, de entrega total, de muerte para dar siempre vida, gloria y resurrección.
Él quiere que sigamos este camino no desde la comodidad haciendo tiendas evasivas en lo alto de la montaña.
No quiere que lo sigamos de una forma superficial y mediocre conformándonos con una religiosidad cómoda y sin hondura.
Jesús quiere que andemos el camino detrás de Él bajando con Él de la montaña y siguiéndolo hasta Jerusalén.
Es decir: siendo auténticos, compartiendo nuestra vida y bienes con los necesitados, denunciando estructuras de muerte y llevando esperanza y alegría allí donde hay desesperanza y tristeza.
Elige el camino de Jesús. Búscalo y encuéntralo no en la evasión sino "abajo", donde están tus hermanos que te esperan y esperan de tí tu con promiso y tu misión.
Buenos días a todos, qué tal os ha ido el fin de semana, es momento de recordar y compartir. Para ello escuchamos para que facilite recordarlo.
En este tiempo de Cuaresma... nos ponemos en presencia De Dios y, en silencio, respirando lentamente, le pedimos que nos ayude a cambiar, a mejorar todas esas cositas que no acabamos de hacer bien.
Comenzamos este ratito de oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
"Pedíd y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quién busca encuentra y al que llama se le abre".
Me han llamado la atención estas palabras del Evangelio de hoy. Y esto lo dice Jesús después de insistirnos en la oración constante y sin cansancio.
Y es que Él sabe que muchas veces no sabemos orar y necesitamos la guía segura del Espíritu Santo. Él nos enseña la pedagogía exacta para aprender a orar y a pedir. Porque nuestras oraciones y peticiones son muchas veces infantiles. Y nuestro Padre Dios no concede caprichos ni malcría a sus hijos.
La oración ha de hacernos más conscientes del papel que juega Dios en nuestra vida y de lo que nosotros estamos llamados a realizar.
Si pedimos al Padre con constancia e insistencia que nos dé el Espíritu Santo, este mismo Espíritu nos guiará y nos enseñará a orar al mismo tiempo que irá orientando nuestros pasos y nuestras acciones.
También Él irá rectificando nuestra mente, ordenado nuestro corazón y dirigiendo nuestros pasos.
Buenos días a todos, damos comienzo a la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén. Escuchamos que Jesús se fue al desierto durante 40 días y allí, fue tentado a hacer cosas que no estaban bien. Jesús superó esas tentaciones, se negó, fue fuerte y no hizo el mal sino el bien.
Pero, ¿qué es una tentación?
Tentación es el deseo de hacer o tener algo que sabes que no es correcto.
En este momento, podemos compartir algunas experiencias de tentaciones que hayamos tenido:
Comer una chuche cuando no es el momento.
Dejar los juguetes desordenados sabiendo que los teníamos que ordenar.
Meterse en los charcos del patio a pesar de que la seño nos ha avisado o mojarse en la fuente del patio.
"Jesús vio a un publicano llamado Leví sentado al mostrador de los impuestos y le dijo: "SÍGUEME". Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió".
Todos tenemos nuestro "mostrador de impuestos". Nos sentamos en él y desde él vamos pasando factura a todo el mundo, porque creemos que todos son nuestros deudores. Jesús hoy nos enseña a levantarnos y a dejar nuestro "mostrador de impuestos" para seguirle a Él.
Deja de creer que todos te deben y que te tienen que estar agradecidos.
Lo importante es seguir a Jesús a ir dejando nuestros "impuestos" para con los demás.
Ofrece tú también un banquete en el que se sirva sin medida la gratuidad y el agradecimiento. Y que este banquete te dure todos los días.
Seguro que te sentirás feliz porque de esa manera también Jesús se sentará a tu mesa y multiplicará con creces todo aquello que tú das gratuitamente y agradecido. Buenos días.
Buenos días a todos, un día más comenzamos este ratito de oración, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Nos relajamos respirando profundamente, creando un clima de calma para entrar en la dinámica que os vamos a proponer son perder el sentido de la oración.
Jugamos al “HÁGAME REÍR”
Se escoge un niño/a. Se sienta en medio y tiene que intentar no reírse.
Todos los demás van a hacer cosas para hacer que se ría. Nadie puede tocarle. Si empieza a reírse, otro alumno toma su turno.
Al terminar, preguntamos a los niños si les fue difícil no reír cuando realmente querían reírse.
Recordamos a los niños que es difícil resistir la tentación, pero con la ayuda de Dios lo podemos hacer.
SE LO PEDIMOS A NUESTRO PADRE DIOS REZANDO EL “PADRE NUESTRO”