Juan 9, 1-6.9.13-17.34-38:
Jesús le preguntó: Crees tú en el Hijo del hombre?". El ciego contestó: "Y quién es, Señor, para que crea en Él?". Jesús le dijo: "Lo estás viendo: el que te está hablando, ese es". Él dijo: Creo, Señor". Y se postró ante Él".
Los que tenemos el regalo de poder ver la luz, los colores, las cosas, las personas... es imposible que nos hagamos idea de lo que es ser ciego de nacimiento.
El ciego de nacimiento no conoce los colores, no conoce la luz, no sabe exactamente qué es un hombre, ni qué es un árbol, ni qué es un pájaro ni una montaña...
El ciego de nacimiento que comienza a ver después de que Jesús le untara barro en los ojos, se siente como si de nuevo Dios lo hubiera creado.
Deja hoy que Jesús también toque tus ojos para que quite la niebla que enturbia tu fe.
Póstrate ante Él. Él sabe crear la luz donde existe la tiniebla. Él sabe quitar la oscuridad y hacer de tí una nueva persona.
Que en este cuarto domingo de Cuaresma el Señor haga de tí una nueva criatura para que llegues a gozar plenamente de la Pascua que se aproxima.
Buenos días.