14 de marzo


Lucas 4, 24-30:

"Ningún profeta es bien mirado en su tierra". 


Todos nosotros hemos nacido y estamos viviendo en la "tierra de Jesús":

Desde pequeños hemos oído hablar de Él. Hemos asistido a catequesis. Solemos dedicar un rato a la oración y también solemos participar con frecuencia en la Eucaristía. 

Por eso digo que estamos en "la tierra de Jesús". 

Pero tenemos el peligro de acostumbrarnos tanto a Él que, siendo "paisanos" suyos, no le hagamos caso ni sepamos darnos cuenta de su presencia. Puede ocurrir que no aceptemos que Él nos pueda hablar por medio de personas, de circunstancias, de los hechos y acontecimientos cotidianos...

Pídele hoy al Señor que te abra bien los ojos para que sepas verlo cada día en personas y acontecimientos y que también puedas asombrarte de las maravillas diarias que contigo y con todos continuamente está haciendo. 

Buenos días.