Mateo 7, 7-12:
"Pedíd y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quién busca encuentra y al que llama se le abre".
Me han llamado la atención estas palabras del Evangelio de hoy. Y esto lo dice Jesús después de insistirnos en la oración constante y sin cansancio.
Y es que Él sabe que muchas veces no sabemos orar y necesitamos la guía segura del Espíritu Santo. Él nos enseña la pedagogía exacta para aprender a orar y a pedir. Porque nuestras oraciones y peticiones son muchas veces infantiles. Y nuestro Padre Dios no concede caprichos ni malcría a sus hijos.
La oración ha de hacernos más conscientes del papel que juega Dios en nuestra vida y de lo que nosotros estamos llamados a realizar.
Si pedimos al Padre con constancia e insistencia que nos dé el Espíritu Santo, este mismo Espíritu nos guiará y nos enseñará a orar al mismo tiempo que irá orientando nuestros pasos y nuestras acciones.
También Él irá rectificando nuestra mente, ordenado nuestro corazón y dirigiendo nuestros pasos.
Buenos días.