Jesús dijo a sus discípulos: «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino». Tomás le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le respondió: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí».
Buenos días a todos, ya ha llegado el viernes casi sin darnos cuenta. ¡Disfrutad el día!
La oración de hoy la vamos a realizar escuchando el cuento: EL PIRATA MANO VERDE
Cuentan los que saben, que en una isla del Caribe existía un tesoro enterrado por el pirata ”Mano Verde.’
Tal apodo se lo ganó por llevar siempre un árbol pequeño que plantaba al desembarcar y pisar tierra.
En sus bolsillos las semillas germinaban de tanta tierra que acumulaban…
La leyenda era seguida por muchos buscadores de tesoros, nadie hasta el momento había podido encontrar el cofre escondido.
Hasta que dos amigos Lionel, alias ”el narigón” y Nico, alias ”el negro” se les ocurrió comenzar a cavar cerca de una gruta, y así después de mucho trabajo y agujeros, dejando el lugar como queso gruyere, encontraron el tesoro.
Juntos porque eran amigos…lo abrieron y se encontraron con un montón de semillas. ¡Paquetes de semillas de todos los tamaños y colores! Y…según dice la leyenda, estos dos amigos como no sabían qué hacer con las semillas, decidieron sembrarlas.
Y…las fueron enterrando por todos los lugares por los que pasaban hasta cubrir toda la región con un gran bosque lleno de flores. Dicen que a los animales salvajes y a las aves les encantó quedarse a vivir en ese lugar.
Y desde entonces, esa isla es una maravilla. Un auténtico tesoro para cuantos la visitan. Así fue como el cofre del pirata “Mano Verde” se convirtió en el mayor de los tesoros.
¿Te ha gustado en cuento?
¿Quién era el pirata y cómo se llamaba?
¿Qué escondió en el cofre?
¿Te gustaría ser como los amigos de Lionel y poder sembrar árboles y plantas por todas partes?
¿Qué lugares conoces que tengan muchos árboles y plantas?¿te gusta visitarlos?
A todas las personas nos encanta estar en contacto con la naturaleza, visitar lugares llenos de vegetación y de animalitos. Pero si no cuidamos estos lugares acabarán desapareciendo. ¿Qué podemos hacer cuando estamos en esos lugares con plantas y árboles para poder protegerlos?
Podemos hacer hoy un dibujo de nuestro lugar verde preferido en el que aparezcamos nosotros con nuestros amigos haciendo algo para cuidarlo. Se lo dedicamos a Jesús que nos ayuda a ser conscientes de que en este planeta no estamos solos y cada uno debe de contribuir al medio ambiente para hacer de este mundo un lugar mejor para vivir.
Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus discípulos, les dijo: «Os aseguro, el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: ‘El que compartía mi pan me ha traicionado’. Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy. Os lo aseguro: El que recibe a mi enviado me recibe a mí; y el que a mí me recibe, recibe al que me ha enviado».
¿Qué es ser misionera o misionero? A nuestras Madres Escolapias las podemos llamar "misioneras permanentes". Muchas han decidido irse a otros países durante un tiempo, para hacer todo lo posible por la gente de allí. su gran labor es estar al lado de los que más lo necesitan: hablan con ellos, les escuchan, les ayudan a cocinar, echan una mano para organizar los colegios.
Actividades la carrera solidaria, el bocadillo solidario, la fiesta de la familia, el desfile solidario que se organizó otro año, no son más que diferentes actividades que llevamos a cabo para ayudar y con todo lo recaudado lo destinamos a cubrir una misión como puede ser ayudar a construir un colegio como fue el de Kattuvilai, en el mantenimiento de las comidas de las niñas, en Guinea y otros países, ayudar en definitiva...) porque nosotros también podemos ser misioneros y misioneras como ellas.
- ¿Te animas a ayudar?
- ¿Te irías a otro país a ayudar a quienes más lo necesitan?
No es necesario responder en alto.
Hoy vamos a darle las gracias a Jesús por la suerte que tenemos con las madres Escolapias. Ellas son ejemplo VIVO del estilo de Jesús, María y Madre Paula Montal.
Jesús dijo, gritando: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas. Al que oiga mis palabras y no las cumpla yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, esa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo lo hablo como me ha encargado el Padre.
Para comenzar la oración de hoy os invitamos a ver el siguiente vídeo:
- ¿Qué hace el niño que lleva la cesta?
- ¿Para qué lo hace?
- Cuando se encuentra con un grupo de chicos que están jugando al fútbol. ¿Qué le ocurre?¿Cómo se sentirá?
- Más tarde, como cada día en niño va con su cesta llena de bocadillos a casa del chico que le quitó sus chanclas y se las devuelve. ¿Cómo se sentirán ambos?
- ¿Cómo termina la historia?
Al rezar el Padre Nuestro, lo vamos a hacer por aquellas personas que le dicen Sí a Jesús, le dicen Sí a ser buenas personas y a ayudar a los demás, dejando las comodidades en casa, viviendo con estas personas en la sencillez.
Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: «¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente». Jesús les respondió: «Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois ovejas mías. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno».
Jesús dijo: «Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: «Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».
¿Qué tal ha ido el fin de semana? si alguien quiere compartirlo este es el momento para hacerlo.
Piensa en tu día, en cada una de las cosas que vas a hacer durante todo el día..., el esfuerzo que vas a necesitar para realizar las tareas en el colegio, también puedes centrarte en tus amigos, compañeros, en tus maestras, maestros y profes.
- ¿Quién ayuda a la niña cada día?, ¿qué le hace?
- ¿Cuál es su sueño?
- ¿Consigue lograrlo a la primera?
- Tras no lograrlo, ¿lo abandona?
- A veces perdemos a personas que queremos y nos han ayudado mucho. ¿Cómo se sentirá la chica?
Después de mucho esfuerzo y trabajo, consigue hacer su sueño realidad.
Jesús, hoy queremos darte las gracias porque no estamos solos, tú nos acompañas siempre, así como también lo hacen cada una de las personas que pusiste en nuestro camino, que a pesar de no poder verlas a todas, siempre las tendremos presentes en nuestro corazón.
Buenos días a todos, hoy es celebramos San Jorge y es el día del libro. La lectura es muy importante para aprender a comprender el mundo y a las personas. Leer es soñar, imaginar, pensar, sonreír, inventar, conocer, dudar, opinar, creer, volar.
Estad muy atentos para escuchar este cuento:
- ¿Quién es el protagonista del cuento?
- ¿Qué le pasa y a quién busca?
- ¿A quién se encuentra en su camino y cómo son los personajes?
- ¿Por qué empezó a llorar Lorenzo?
Lorenzo pensaba que todo era redondo igual que él. Sin embargo, pudo comprobar que había cosas muy diferentes a él y esto le ayudó a entender que la vida es más divertida cuando todo es diferente. Habéis visto cómo le ayudaron las demás formas o personajes cuadrado, triángulo, rectángulo... Esto nos hace ver que cuando alguien está triste o tiene un problema merece la pena ayudarle.
Jesús también se encontraba con personas muy diferentes en su camino, algunos ni siquiera creían en él pero eso no era un obstáculo para ayudarles. Él siempre ayudaba a las personas que lo necesitaba.
Y tú, ¿ayudas a quién lo necesita?
Vamos a pedirle a Jesús que nos dé fuerzas para conseguirlo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Los judíos disputaban entre sí: «¿Cómo puede este darnos a comer su carne?» Entonces Jesús les dijo: «Os aseguro que, si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.
Hoy es un buen día para ser feliz y para hacer felices a los demás. Te ofrezco este día Señor, para llenar de alegría a cuantos me rodean. Para conseguirlo te digo:
Jesús, enséñame a ayudar en todo momento.
Enséñame a estar atento a las necesidades de los demás.
Enséñame a mostrar mucho amor en lo que hago, a dar mucho amor a los que viven conmigo.
Jesús dijo a la gente: «Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: ‘Serán todos discípulos de Dios’. Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ese ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo».
Buenos días a todos. A lo largo de nuestra vida, nos vamos a caer, nos vamos a tropezar, vamos a encontrarnos con escalones bajos, medianos, altos y muy altos que van a requerir nuestro esfuerzo y constancia.
- Scarlett es una niña cuya pasión es la danza, bailar, ¿consigue hacerlo?
- ¿Creéis que es fácil lo que hace Scarlett?
- ¿Quién le ayuda?
- ¿Cómo se siente Scarlett al principio?, ¿y al final?
Jesús con su vida nos ha demostrado que se puede y Scarlett es un ejemplo de ello, hoy pedimos por todas aquellas personas que lo pasan mal, para que puedan superar esos momentos, te lo pedimos Señor.
Jesús dijo a la gente: «Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis. Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Esta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día».
Cuando llegan fechas especiales como puede ser la de nuestro cumpleaños, estamos muy nerviosos, incluso contamos los días que faltan, por reunirnos con nuestros seres más queridos también, porque llegue el momento de soplar la tarta, para poder pedir su DESEO.
- Si pudieras pedir un deseo ahora mismo, ¿lo harías?
- ¿Qué pedirías, algo para ti o para otra persona?
Hoy nos paramos y damos las gracias por cada uno de nuestros cumpleaños, por cada una de las personas que nos quieren, pero sobretodo se lo vamos a agradecer a Jesús por este gran regalo que nos ha dado que es la VIDA.
La gente dijo a Jesús: «¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: ‘Les dio a comer pan del cielo’».
Jesús les replicó: «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo». Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan». Jesús les contestó: «Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed».
Buenos días a todos, de nuevo comenzamos una nueva semana y lo vamos a hacer intentando disfrutarla.
En muchas ocasiones no le damos importancia a lo que nos ocurre en ese momento porque ya estamos pensando en lo que viene después, pero hoy vamos a pararnos para aprovechar este momento de corazón.
Por este motivo, hoy pedimos por todos los niños del mundo a Jesús y a María. Vamos a escuchar esta canción para ello:
En silencio, pedimos a María y a Jesús por todos los niños del mundo, por nuestros compañeros, por nuestros hermanos y hermanas, vecinos,...
Después de que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente la gente que se había quedado al otro lado del lago notó que allí no había habido más que un bote y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos. Entretanto, unas barcas de Tiberíades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan sobre el que el Señor pronunció la acción de gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en su busca. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?» Jesús les contestó: «Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios». Ellos le preguntaron: «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?» Jesús respondió: «La obra que Dios quiere es esta: que creáis en el que él ha enviado».
El 18 de abril celebramos el aniversario de la beatificación de Madre Paula (18 de abril de 1993)
Oración por las misiones escolapias
También oramos por las misiones escolapias
Este curso tenemos asignado la colabroación con el Centro Socioeducativo sed-bulla es una iniciativa del Proyecto sed-bulla (Asociación sed-ESC), que atiende en Santo Domingo (República Dominicana), a niños y adolescentes desescolarizados o en riesgo de serlo por dificultades de aprendizaje.
Buenos días a todos, para terminar la semana lo vamos a hacer dando Gracias a Jesús por nuestras maestras y profes que nos enseñan e ilusionan, haciendo que queramos volver al colegio cada día.
Nos cuidan cada día para que estemos lo mejor posible. Se preocupan para que no nos falte de nada durante la mañana. Nos escuchan cuando nos falta algo, nos peleamos o venimos tristes. Y nos regañan cuando no lo hacemos bien, pero siempre con todo el cariño del mundo.
Un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la Ley, respetado por todo el pueblo, se levantó en el Sanedrín, mandó que sacaran fuera un momento a aquellos hombres y dijo: «Israelitas, pensad bien lo que vais a hacer con esos hombres. No hace mucho salió un tal Teudas, dándoselas de hombre importante, y se le juntaron unos cuatrocientos hombres. Fue ejecutado, dispersaron a todos sus secuaces, y todo acabó en nada. Más tarde, cuando el censo, salió Judas el Galileo, arrastrando detrás de sí gente del pueblo; también pereció, y dispersaron a todos sus secuaces. En el caso presente, mi consejo es éste: No os metáis con esos hombres; soltadlos. Si su idea y su actividad son cosa de hombres, se dispersarán; pero, si es cosa de Dios, no lograréis dispersarlos, y os expondríais a luchar contra Dios».
Le dieron la razón y llamaron a los apóstoles, los azotaron, les prohibieron hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús. Ningún día dejaban de enseñar, en el templo y por las casas, anunciando el Evangelio de Jesucristo.
Damos los buenos días a Jesús y María. Respirando hondo. La oración de hoy va encaminada a preguntarnos…
¿Somos solidarios con los demás?
Viendo este vídeo podemos reflexionar si somos capaces de hacer cosas por los demás, por aquellos que están cerquita. Si poquito a poco lo vamos consiguiendo con los más cercanos, lo seremos también con aquellos que no vemos ni conocemos.
Los guardias condujeron a los apóstoles a presencia del Sanedrín, y el sumo sacerdote les interrogó: «¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ese? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre». Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen».
Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos.
"Nunca llueve a gusto de todos" es un dicho que quiere decir que a veces, cuando llueve puede resultar molesto porque nos impide ir al parque, o hacer otras actividades al aire libre. Pero la lluvia es muy necesaria y siempre tenemos que dar las gracias a nuestro Padre del cielo que nos la regale.
A continuación, vamos a profundizar este tema en el siguiente cuento:
- ¿Qué podemos hacer con el agua? - ¿Cómo la encontramos en la Naturaleza? - ¿Para qué es importante el agua?
El agua es un bien necesario y debemos de cuidarlo, porque Dios cuando creó el mundo, nos hizo cuidadores de él. Usar de forma correcta el agua es una forma de cuidar el planeta.
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.
Jesús dijo a Nicodemo: «Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu».
Nicodemo le preguntó: «¿Cómo puede suceder eso?» Jesús le contestó: «Y tú, el maestro de Israel, ¿no lo entiendes? Te lo aseguro, de lo que sabemos hablamos; de lo que hemos visto damos testimonio, y no aceptáis nuestro testimonio. Si no creéis cuando os hablo de la tierra, ¿cómo creeréis cuando os hable del cielo? Porque nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna».
Comenzamos esta semana y parece mentira que estemos ya en la segunda semana del tercer trimestre de este curso.
Jesús sigue estando con nosotros, día a día, VIVO, acompañándonos para darnos mucha felicidad. Le damos los buenos días a Jesús, y en especial hoy a María pues nuestra oración va para ella. Escuchad este bonito cuento "Un corazón dentro de otro"
- ¿Quiénes salen en el cuento? - ¿Qué ocurre? - ¿Podrías ser mamá y tú? - ¿Ocurre algo parecido con vuestras familias? No hay nada más maravilloso y puro como el amor que los padres sienten hacia sus hijos. Así debes sentirte tú. Tus padres te van a querer siempre, aunque a veces creas que no estás haciendo bien las cosas, ellos te perdonarán siempre. Ese amor que recibes de tus padres aumentará si lo compartes con otras personas. Con un hermano o hermana, con los amigos, con tus maestras o profes... Porque el amor verdadero siempre crece. La Virgen María era madre de Jesús. Y cuando veía a su hijo hacer tantas cosas buenas, se sintió muy orgullosa de él. Siempre lo acompañó porque su amor duró toda la vida. Un amor de madre va mas allá.
Gracias María por enseñarnos que el amor no tiene límites. Los momentos malos fortalecen ese amor.
Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Este fue a ver a Jesús de noche y le dijo: «Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él». Jesús le contestó: «Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios». Nicodemo le preguntó: «¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?» Jesús le contestó: «Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: ‘Tenéis que nacer de nuevo’; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu».
Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dijo: «Me voy a pescar». Ellos contestaron: «Vamos también nosotros contigo». Salieron y se embarcaron; y aquella noche no pescaron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tenéis pescado?» Ellos contestaron: «No» Él les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dijo a Pedro: «Es el Señor». Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces.
Al saltar a tierra, vieron unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dijo: «Traed de los peces que acabáis de pescar». Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dijo: «Vamos, almorzad». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, y lo mismo el pescado.
Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.
María fue una de las mujeres que descubrieron que Jesús había resucitado. Por eso, nosotros tenemos siempre muy presente la figura de María. Es un ejemplo a seguir, ella permaneció siempre cerca de Jesús, en lo bueno y en lo malo. Nunca lo abandonó, a pesar de su sufrimiento como madre, nunca dejó que la pena ni el miedo la venciera. Descubrió que su hijo seguía presente cuando ella hacía las cosas que Jesús le había enseñado.
Cuando nos dan una buena noticia que nos llena de alegría, estamos deseando contarla a los demás, queremos decírselo a todo el mundo, porque te sientes feliz y quieres compartir esa felicidad con tus amigos. Así es la Buena Noticia de Jesús. Cuando vives como nos enseña Jesús, nos pone felices, y es inevitable compartirlo con los demás.
Los discípulos contaban lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «Paz a vosotros». Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. Él les dijo: «Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo».
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo de comer?» Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: «Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse». Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».
Vamos a rezar este salmo juntos, el adulto lee y vosotros repetís. Lo importante es que os fijéis en lo que estáis diciendo porque es algo que le estás diciendo a Jesús.
Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él les dijo: «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?» Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabes lo que ha pasado allí estos días?» Él les preguntó: «¿Qué?» Ellos le contestaron: «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace ya dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron».
Entonces Jesús les dijo: «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?» Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura. Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída». Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció.
Ellos comentaron: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?» Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón». Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Con la alegría que nos dura todavía en esta semana de Pascua de Resurrección, comenzamos.
Ayer dijimos que teníamos que celebrar la vida con Jesús a nuestro lado.
Ahora cerramos los ojos y pensamos en algún animal que nos guste, o en nuestra mascota. Nos acordamos si es suave, cariñoso, juguetón... ¿Qué es lo que más te gusta de él? Le damos las gracias a Dios porque Él creó a los animales para que nos acompañaran en este mundo. Le damos las gracias de corazón por todos los seres creados.
María estaba llorando fuera, junto al sepulcro. Mientras lloraba, se asomó y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntaron: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les contestó: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, dio media vuelta y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era él. Jesús le dijo: «Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?» Ella, tomándolo por el hortelano, le contestó: «Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré». Jesús le dijo: «¡María!» Ella se volvió y le dijo: «¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!» Jesús le dijo: «Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: ‘Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro’».
María Magdalena fue y anunció a los discípulos: «He visto al Señor y ha dicho esto».
Coloquio desde lo hondo
Desde lo hondo te grito, Señor. Dueño mío, escucha mi voz. Estén tus oídos atentos a mi petición. El perdón es cosa tuya, y así te haces respetar.
Aguardo al Señor, lo aguarda mi alma, esperando su palabra; mi alma a mi Señor, más que el centinela a la aurora.
Espera en el Señor, ¡como el centinela la aurora! que la misericordia es cosa del Señor y es generoso perdonando.
¿Sabéis por qué digo esto? Estamos en un tiempo nuevo. La cuaresma terminó cuando celebramos la Semana Santa y en ella se ha encontrado con nosotros y nos trae nueva vida.
Una vida con Él a nuestro lado en cada momento, queriéndonos, cuidándonos, apoyándonos... Cuando sus discípulos hace mucho tiempo estaban desanimados por su muerte, Él volvió a su lado, y les dio La Paz y la Alegría.
Os invitamos a escuchar esta canción poniendo a Dios en el centro, venciendo las barreras que impiden celebrar la VIDA.
Muchas veces nos puede pasar como dice la canción: No sé si soñaba, no sé si dormía.
Pero la voz de. un ángel me dijo "Celebra la Vida".
Hay veces que vivimos muy dormidos y no nos damos cuenta que tenemos que vivir: ¡celebrando la vida!
Para terminar la oración rezamos juntos un Ave María, para que la virgen nos ayude a estar despiertos y a celebrar la vida.