Buenos días, llegamos al final de la semana y como cada día, empezamos nuestra oración: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
El regalo de poder estar con nuestros compañeros y amigos cada mañana. Es posible que en algún momento echemos de menos alguien de nuestra familia, pero no pasa nada porque estamos rodeados de gente que nos va a hacer felices cada día. Vamos a escuchar esta canción que seguro que nos suena:
Os invitamos a que compartáis el nombre de los compañeros que os han recibido muy bien, os han sonreído, se han alegrado de veros...
Damos las gracias por todos y pedimos para que nos sigamos cuidando durante este día. Para ello, nos vamos a dedicar todos una gran sonrisa, esa que durante mucho tiempo estuvo detrás de una mascarilla.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Lucas 9, 18-22:
"Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?".
Seguimos interrogándonos con la misma pregunta de ayer. Pregunta personal y directa: "¿QUIÉN ES PARA MÍ JESÚS?". Ser cristiano no es tener unas creencias, ni cumplir una moral, ni tampoco realizar un determinado culto. El cristiano no opta por nada de esto. Por quien opta el cristiano y aquel a quien sigue el cristiano es a una persona. Y esa persona es Jesucristo. Del encuentro personal con Jesucristo se derivan unas creencias, la práctica de una moral determinada y también el realizar un determinado culto. Pero, no lo olvides, lo primero es tu opción personal por Jesús. Pide hoy al Señor que sea Él quien le dé sentido a tus pasos, la alegría tu corazón y la esperanza a tu vida. Pídele que sientas de verdad que Él es tu Salvador. Buenos días.
Buenos días, comenzamos este ratito de oración saludando a Jesús: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Amén.
El pulgar rencoroso es el cuento que podéis ver en el siguiente vídeo o contar porque aparece escrito debajo.
Había una vez una mano cuyos dedos eran muy amigos. Pero ocurrió que el dueño de la mano empezó a hacer un trabajo peligrosos y a pesar del cuidado que ponía el resto de dedos, el pulgar siempre salía malparado con cortes y heridas.
Al principio los otros dedos pedían disculpas por su torpeza y el pulgar les perdonaba, pero la situación se repitió tanto que un día el pulgar decidió no perdonarles más, así que se apartó del resto de dedos de la mano.
Al principio el pulgar iba muy digno todo recto y separado, pero aquella posición de los dedos era tan forzada y ridícula, que el dueño tuvo que llevar su mano constantemente oculta en el bolsillo, donde los dedos sufrían con pena el mayor de los olvidos.
Entonces el pulgar comprendió que todo había sido culpa suya, y pidió perdón al resto de dedos, temeroso de que fueran a rechazarle. Pero al contrario, estos le perdonaron sin problemas porque sabían que todos podemos equivocarnos.
Una vez amigos de nuevo, todos los dedos trabajaron juntos para demostrar al dueño que estaban perfectamente, y en poco tiempo consiguieron volver a salir a la luz, sabiendo que siempre deberían seguir perdonándose para no acabar en un triste y oscuro bolsillo.
- ¿Qué le ocurrió al pulgar?
- ¿Qué hicieron los demás dedos cuando el pulgar les pidió perdón?
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Mateo 9, 9-13:
"Al pasar, vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo siguió".
Tenemos todos nuestro "mostrador de impuestos". Nos sentamos en él y desde él vamos pasando factura a todo el mundo porque creemos que todos son nuestros deudores. Jesús hoy nos enseña a levantarnos y a dejar nuestro "mostrador de impuestos". Deja de creer que todos te deben y que te tienen que estar agradecidos. Lo importante es seguir a Jesús e ir dejando "impuestos" para con los demás. Como Mateo, ofrece también tú un banquete en el que sirvas sin medida la gratuidad y el agradecimiento y que este banquete dure todos tus días. Que también este banquete sea la expresión de tu alegría de haber sido llamado o llamada por Jesús. Seguro que te sentirás feliz. Porque de esa manera, también Jesús se sentará a tu mesa y multiplicará con creces todo aquello que tú das gratuitamente y agradecido. Buenos días.
Saludamos a Jesús y comenzamos unidos a él este momento de oración: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Hoy queremos hacer una acción de gracias por nuestras manos, porque son una gran bendición para nosotros, ya que podemos emplearlas para muchas cosas.
Jesús quiere que las utilicemos para ayudarnos y para ayudar a otras personas y quiere que aprendamos a hacer cosas buenas con ellas. Con las manos podemos coger, sostener objetos, trabajar, jugar, relajarnos...
También podemos utilizar nuestras manos para comunicarnos; si las levantamos, podemos saludarnos con ellas, si hacemos gestos o lengua de signos, nuestras manos pueden hablar con personas sordas, que no pueden oír ni hablar.
Otras personas, también utilizan sus manos para ayudarnos a nosotros. Nuestra familia nos prepara la comida, nos lavan la ropa, juegan con nosotros y hacen con las manos muchas otras cosas para ayudarnos.
Jesús utilizaba las manos, para bendecir a los niños y a otras personas, como los enfermos, ciegos y sordos.
Hoy te pedimos que sepamos utilizarlas en hacer cosas buenas para nosotros y para los demás.
La pregunta que se hace Herodes hoy en el Evangelio es la pregunta que nos podemos hacer cada uno de nosotros. Y es también la pregunta que se han hecho, se hacen y se harán muchos hombres: "¿Quién es Jesús de Nazaret?". Pregúntate hoy, una vez más: × ¿Quién es Jesús para tí?. × ¿Qué significa en tu vida?. × ¿Cómo influye en tus decisiones?. × ¿Cómo modifica tu conducta?. Y desde aquí, desde tu propia experiencia de Jesús, proclama también y anuncia quién es Jesús. Porque lo mismo que en aquel entonces Herodes tenía ganas de ver a Jesús, aunque sólo fuera por curiosidad, también hoy hay muchas personas que, tal vez sin saberlo, quieren ver a Jesús. Y ten en cuenta que muchos no leerán otro evangelio que el evangelio de tu vida.
Buenos días a todos. ¿Cómo ha ido el fin de semana? este momento podemos recordarlo y quien quiera libremente compartirlo.
Ponemos nuestra mano en el corazón, hacemos un momento de silencio en el que prestamos atención de nuestro latido.
Cerramos los ojos y respiramos profundamente por la nariz y expulsamos el aire por la boca, lo repetimos tres veces.
Ya puedes abrir despacio los ojos...
Hoy le vamos a dar las gracias a Dios por tantos regalos que nos hace cada día. Lo acogemos en nuestro corazón y le cantamos dándole las gracias porque nos da la vida.
Para terminar, le decimos a Dios que estamos muy contentos por tantas cosas que nos da, porque nos quiere y cuida a través de tanta gente... Por eso le decimos que queremos llevarlo todo el día con nosotros
en nuestro corazón y sonreírle muchas veces, porque sabemos que nos mira con cariño.
Cada uno, en su interior, puede darle las gracias a Dios por la familia, la seño, el profe, los amigos,...
Terminamos la segunda semana de nuestro curso. Ya tenemos en nuestra mente el doble de sensaciones, el doble de risas, muchas experiencias que han ido sucediendo estos días...eso ya ha pasado. Ahora toda volver DESPERTAR y centrarnos en este último momento de oración con Jesús en clase. Respira, salúdale y comenzamos este momento: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Todos tenemos días tristes y días alegres, no pasa nada por tener un día triste, lo puede tener cualquiera. De todas formas, hasta en los días tristes siempre tenemos algo por lo que sonreír, solo tenemos que pensar un poco para encontrar algún motivo, alguna cosa que nos puede hacer sonreír. Por ejemplo: a mí me hace sonreír ir a un concierto con amigas, comer con la familia, ir de viaje,...
Cierra los ojos y piensa en una cosa que te haga sonreír.
¡Buenos días! Fijaos en estas dos palabras tan sencillas para desear a otra que tenga un día muy feliz. ¿A quiénes les hemos dicho hoy estas dos palabras tan sencillas? ¿Y quiénes nos las han dicho a nosotros? Intentamos acordarnos de todas esas personas que, casi sin quererlo, nos han mirado con una sonrisa y nos han deseado que tengamos un buen día.
Nosotros también vamos a decirle BUENOS DÍAS a Jesús con esta canción y comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Además, María comparte su preciosa sonrisa llena de ternura con todos. Rezamos un AVEMARÍA.
Hace unos días leí que todas las personas tenemos en nuestro cuerpo lo que se llama "El botón de la risa". ¿Y eso qué es? Es un botoncito que, al pulsarlo, de repente, no podemos parar de reír. Aunque estemos tristes, cansados, preocupados, enfadados... Si alguien pulsa el botón, sale de repente.
Estamos a mitad de la semana de cole y ya se va notando el cansancio, ¿verdad? Hoy vamos a prepararnos para la oración con un momento de relajación. Cierra los ojos, coloca tus manos sobre las piernas y respira lentamente. Toma aire por la nariz y déjalo salir por la boca muy poco a poco. Permance en silencio durante unos segundos.
Concéntrate y repite en tu interior este saludo: ¡Hola Jesús, he venido a verte!
Comenzamos la oración: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Desde pequeños, nos enseñan en el cole las partes del cuerpo: ¿con qué miramos? Con los ojos... ¿Con qué respiramos?con la nariz... ¿Con qué caminamos? Con los pies... y hoy damos las gracias por cada uno de los aprendizajes diarios.
Tenemos el poder de escuchar a todas las personas e incluso a nosotros mismos.
¡Buenos días a todos! ¿Cómo empezamos la mañana? Espero que con muchas ganas de aprender y disfrutar juntos. Ensayamos nuestra mejor sonrisa para empezar el día con alegría. ¿Lo repetimos? Nos tapamos la carita con las manos; cada uno y cada na regalará a los demás su mejor sonrisa.
Si es que ver a tantos amigos y amigos siempre hace que nos sintamos felices. Y uno de esos amigos se llama Jesús de Nazaret, que nos cuida y nos quiere con todo su corazón. Vamos a saludarle diciendo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Hoy, 19 de septiembre, la Iglesia celebra la fiesta de las Mártires escolapias.
Mártir significa “testigo”; un mártir es una persona que es muy amiga de Jesús y que muere porque no le importa decirlo a todos, incluso a los que no son sus amigos.
Hoy recordamos a ocho mujeres valientes que murieron por hacer vida el amor de los demás. María, Presentación, Mª Luisa, Carmen, Clemencia y María de la Yglesia eran escolapias y Consuelo y Dolores fueron alumnas de Madre María de la Yglesia cuando estaban en el colegio.
Ellas regalaron a Jesús hasta su vida. Nosotros también podemos demostrarle a Jesús que le queremos en el día a día.
Por ejemplo:
- Cuando en el juego me enfado con mis amigos, puedo buscar otra forma de resolver el conflicto sin devolver el insulto o sin pegar.
- Cuando olvido hacer algo que me han mandado o he roto alguna cosa sin querer, puedo decir la verdad en lugar de engañar.
Terminamos rezando la oración del Padre nuestro, que les dio fuerza a las mártires para amar y perdonar: Padrenuestro...
Los lunes después del fin de semana, podemos volver al colegio y encontrarnos con los compañeros y compañeras de clase.
Pues empezamos dando los buenos días a Jesús: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
¿A quién le gustan los cuentos? Seguro que conocéis muchos. A nuestro amigo Jesús también le encantaba contar historias y aprender de ellas. Él solía reunir a sus amigos y como buen maestro les enseñaba a través de las parábolas que son historias maravillosas. Hoy vamos a escuchar una de ellas:
¿Os ha gustado esta parábola?
Hay muchas cosas que podemos aprender de ella:
- Si hay un talento o don que tengamos, algo que se nos dé bien hacer, como jugar, correr, bailar, abrazar... no lo guardemos para nosotros. Si lo compartes se hace más grande.
- Usa tus dones para el amor, para hacer de este mundo mejor.
Querido Jesús,
hoy quiero darte las gracias.
En mi corazón de niño y niña, guardo yo muchos deseos.
El primero es que todos seamos cada vez más buenos.
El segundo es que la gente vea siempre en alegría,
para que estén todos contentos con el el pan de cada día.
Hoy terminamos la primera semana de clase y seguro que hemos tenido muchísimos momentos diferentes pero ese rato de oración se ha repetido cada día.
Comenzamos este momento de oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
EL PODER DE LOS ABRAZOS
Seguro que en nuestro día recibimos y damos un montón de abrazos. Un abrazo puede ser de ALEGRÍA, para alegrar a alguien que está triste, para celebrar, para pedir perdón.
Los abrazos tienen un gran poder, ¿sabéis cuál es? Sin duda, el gran don de los abrazos es hacer un poquito más FELIZ a quien lo da y a quien lo recibe.
Cuentan que existen pocas cosas que tengan un poder tan rápido. Y lo mejor de todo, es que es un poder que podemos tener todos siempre que queramos.
¿Cuándo has dado o recibido el último abrazo? ¿por qué lo recibiste o diste?
Si nos ATREVEMOS A CAMINAR, podemos levantarnos y darle un abrazo a un compañero. Es un poder que tenemos para poder ser mas felices.
"Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en Él, sino que tengan vida eterna".
Corremos el peligro de asociar la cruz solamente con el dolor, las lágrimas, el luto y la muerte.
Y ciertamente que la cruz de Cristo es entrega hasta el final y sacrificio hasta la muerte.
Pero, ante todo, es vida, triunfo y resurrección.
La cruz de Cristo es fuerza en la debilidad.
Gracia y consuelo en el dolor.
Perdón en la ofensa.
Manifestación del amor absoluto y gratuito del Padre.
Contempla alguna cruz con fe y amor.
Pon en ella tus propias cruces y todas las cruces que conozcas.
Aviva tu esperanza.
Adórala y muéstrala a un mundo que, azotado por la cruz de una pandemia, de unas guerras y por otras muchas cruces, está necesitado de su fuerza salvadora y redentora.
Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios. Nosotros, gracias a nuestros niños, tenemos el regalo de ver a Dios a través de sus corazones limpios.
Vamos a compartirlo de una forma sencilla, es muy importante que seamos SINCEROS, no tengáis miedo.
Es importante reconocer la verdad siempre y es posible que durante el verano no nos hayamos acordado tanto de Jesús o quizás sí. ¡qué alegría si ha sido así! Jesús nos está esperando con alegría.
Comenzamos este momento de oración: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Damos las gracias a Dios por este verano, por todo lo que hemos vivido y por llegar sanos a este inicio de curso.
Dedica un rato, cerrando los ojos a pensar en lo bueno que has vivido. DANDO GRACIAS A JESÚS POR ELLO.
Fuera nervios, fuera cansancio y todos una sonrisa en la cara de poder disfrutar de este comienzo con tus compañeros, con tus amigos, tus sueños y profes.
Poniendo nuestros vidas en manos de Jesús... Comenzamos este momento de oración, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Hoy nos fijamos en nuestra clase, ¿sabéis que nuestras señas y profes la llevan preparando muchos días?
Empieza fijándote en la puerta de tu clase, su color, lo grande que es.
Puedes seguir mirando la pizarra, imaginando todo lo que vamos a aprender.
En las paredes, carteles que hay, imaginando todo lo que podemos encontrar.
Cierra los ojos y dale las gracias a Jesús por tu clase y tu cole, por todos las cosas buenas que hay y también por el tiempo que ha dedicado tu profe o tu sueño a prepararlo todo, todo con tanto cariño para todos vosotros.
"Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra?. Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento".
Los publicanos y los pecadores escuchan mientras que los fariseos y los escribas murmuran. Me gusta escuchar las palabras de Jesús que abiertamente se ponen de parte del pecador representado en la oveja descarriada.
Me gusta contemplar también las reacciones de Jesús motivadas por esta oveja descarriada:
1: Deja las noventa y nueve en el campo.
2: Va en busca de la descarriada.
3: No para hasta encontrarla.
4: Se la carga sobre los hombros muy contento.
5: Reúne a amigos y vecinos.
6: Los invita a felicitarle porque ha encontrado la oveja que se le había perdido.
Me gusta contemplar estas reacciones de Jesús porque ellas me sumergen en la infinita misericordia de Dios Padre. El Padre nos quiere a fondo perdido y busca continuamente a quien se aleja del camino.
Siéntete hoy oveja y pastor. Oveja porque necesitas la misericordia del Buen Pastor. Y pastor porque tú has de buscar a tus hermanos perdidos.
Seguramente hoy nos hemos levantado con muchos sentimientos al venir al colegio: NERVIOS por empezar o ver la nueva clase, ALEGRÍA por reencontrarnos con nuestros amigos. un poco de TRISTEZA porque acaba el verano, aunque empieza una nueva aventura MARAVILLOSA.
¿Cómo os habéis levantado hoy?
Ahora se lo vamos a contar a Jesús.
Comenzamos este momento de oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Durante este verano seguramente has caminado con personas, por lugares que lo han hecho especial, ¿qué ha hecho que tu verano haya sido así?