Recursos Calasanz y Madre Paula
Evangelio del 13 de abril
Jn 3, 5-15
Jesús dijo a Nicodemo: «Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu».
Nicodemo le preguntó: «¿Cómo puede suceder eso?» Jesús le contestó: «Y tú, el maestro de Israel, ¿no lo entiendes? Te lo aseguro, de lo que sabemos hablamos; de lo que hemos visto damos testimonio, y no aceptáis nuestro testimonio. Si no creéis cuando os hablo de la tierra, ¿cómo creeréis cuando os hable del cielo? Porque nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna».
Hay que nacer de nuevo
Nací una vez,
a la luz, a la vida,
al ruido, a los olores,
al calor y al frío,
a los abrazos,
al hambre,
a los sabores,
a la saciedad,
al gusto,
a la música,
a la ternura,
a los encuentros.
Después,
pequeñas muertes
fueron matando sueños,
anhelos, inocencia
y pasión.
Si tú tiras de mí,
naceré de nuevo,
al reino y al evangelio,
al amor y la esperanza,
a la voz de los profetas,
a una misión.
Cada vez que muera,
volveré a nacer.
La verdad
se irá curtiendo
en mil duelos.
El espíritu
irá renovando
mi yo gastado.
El agua viva
lavará
cada herida vieja.
Hasta esa última muerte
que será antesala
de un último nacimiento,
a la Luz, a la Vida,
y al Amor.
Y esta vez para siempre.
(José María Rodríguez Olaizola, sj)
Lunes 12 de abril
Comenzamos esta semana y parece mentira que estemos ya en la segunda semana del tercer trimestre de este curso.
Jesús sigue estando con nosotros, día a día, VIVO, acompañándonos para darnos mucha felicidad. Le damos los buenos días a Jesús, y en especial hoy a María pues nuestra oración va para ella.
Escuchad este bonito cuento "Un corazón dentro de otro"
- ¿Quiénes salen en el cuento?
- ¿Qué ocurre?
- ¿Podrías ser mamá y tú?
- ¿Ocurre algo parecido con vuestras familias?
No hay nada más maravilloso y puro como el amor que los padres sienten hacia sus hijos. Así debes sentirte tú. Tus padres te van a querer siempre, aunque a veces creas que no estás haciendo bien las cosas, ellos te perdonarán siempre.
Ese amor que recibes de tus padres aumentará si lo compartes con otras personas.
Con un hermano o hermana, con los amigos, con tus maestras o profes... Porque el amor verdadero siempre crece.
La Virgen María era madre de Jesús. Y cuando veía a su hijo hacer tantas cosas buenas, se sintió muy orgullosa de él. Siempre lo acompañó porque su amor duró toda la vida.
Un amor de madre va mas allá.
Gracias María por enseñarnos que el amor no tiene límites. Los momentos malos fortalecen ese amor.
Evangelio del 12 de abril
Jn 3, 1-8
Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Este fue a ver a Jesús de noche y le dijo: «Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él». Jesús le contestó: «Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios». Nicodemo le preguntó: «¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?» Jesús le contestó: «Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: ‘Tenéis que nacer de nuevo’; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu».