Jueves 30 de septiembre

Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Algunas veces, Jesús, estoy un poco triste con algo que me pasa a mí o a otras personas.

Menos mal que sé muy bien que tú estás siempre conmigo y así se me quita rápido el miedo.

Me pongo alegre y feliz. 

Gracias Jesús.


Hoy escucharemos una canción llamada: "TENGO UN AMIGO QUE ME AMA":



- ¿Qué personas son las que más te quieren? 

- ¿A quién quieres tu con todo tu corazón?


Gracias Jesús por ser mi amigo. 

Hoy te pedimos por todas aquellas personas que tienen miedo, se sienten tristes, para que sientan que pueden contar contigo.


Padrenuestro.


Lectura del 30 de septiembre


 Lc 10, 1-12

El Señor designó otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.

Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: ‘Paz a esta casa’. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: ‘Está cerca de vosotros el reino de Dios’. Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: ‘Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios’. Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo».


Enviados hoy

Hay mucho trabajo para anunciar el evangelio, y muy poca gente dispuesta a hacerlo. Orad por las vocaciones. Y si os sentís llamados, entonces poneos en camino, no andéis poniendo excusas para no vivir de verdad el amor, la fe y la justicia. Eso sí, no será fácil. Os mando como ovejas en medio de lobos, que os cuestionarán, atacarán y pondrán mil objeciones y dificultades. No necesitáis muchas riquezas y recursos. No andéis asegurándoos el futuro, cuentas corrientes abultadas, estar a la última en tecnología, o armarios llenos de ropa... porque como elijáis la seguridad absoluta nunca daréis un paso. Llevad por delante el gesto y la palabra de paz, y si la gente es buena os acogerá igual. Encontraos de verdad con las personas (pues es en el encuentro donde se hace comunidad). Trabajad por vuestro mantenimiento. Y haced el bien, anunciando el Reino y aliviando heridas y dolores. Eso sí, si pasan de vosotros, no os empeñéis en tener éxito. Seguid de largo y pasad de quien no quiere saber nada del evangelio. Ellos se pierden lo mejor de la vida.

adaptación Lc 10,1-12 (RV)

(tomado de rezandovoy)

Miércoles 29 de septiembre

Comenzamos dando los BUENOS DÍAS con esta canción e iniciamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Respiro profundamente, relajo mis músculos y me pongo en tus manos, Jesús.


Jesús quiere que hagamos felices a los demás y eso lo podemos hacer con nuestros compañeros, nuestros amigos, nuestra familia.


¿Cómo podemos hacer felices a los demás? 



- ¿Qué nos propone la canción?

Jesús, acuérdate de mis compañeros, amigos y familia.

Te doy las gracias por todos ellos.

Son muy buenos y los quiero mucho.

Protégelos y cuídalos,

para que estemos siempre, dispuestos a ayudarnos.

Gracias Jesús, porque Tú nos enseñas a ser así.


Lectura del 29 de septiembre


Salmo 137

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;

delante de los ángeles tañeré para ti,

me postraré hacia tu santuario.  Daré gracias a tu nombre:

por tu misericordia y tu lealtad,

porque tu promesa supera a tu fama;

cuando te invoqué, me escuchaste,

acreciste el valor en mi alma. Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra,

al escuchar el oráculo de tu boca;

canten los caminos del Señor,

porque la gloria del Señor es grande.

Martes 28 de septiembre

¡Buenos días!

Antes de empezar, vamos a mirar a nuestros compañeros, alegrarnos por estar aquí todos juntos. Respiro profundamente, relajo mis músculos y me pongo en tus manos, Jesús. Y, como cada día, empezamos nuestra oración saludando al Señor: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


Evangelio Adaptado: Mc 9, 38-43; 45; 47-48

Había un hombre intentando curar a otro, y decía que lo hacía en nombre de Jesús. Como no era del grupo de sus amigos, Juan le mandó callar. Pero Jesús le dijo a Juan: “No seas así, hombre ¿No ves que todos podemos intentar hacer el bien? Y todo el que quiera puede sumarse a mi proyecto”. Y aprovechó para explicarles que también hay gente que, al contrario, elige hacer el mal. En realidad, todos tenemos esa batalla, entre el bien y el mal. Así que Jesús les explicaba que hay que luchar para hacer el bien y pelear contra el mal. Les puso un ejemplo: “Si tu pie te va a llevar en una mala dirección, es mejor que te lo cortes”. Le miraron asustados. Pensaban que lo decía al pie de la letra, pero Jesús se rio, y les explicó que lo que quería decir es que hay que poner los medios en la vida para hacer el bien. 


Vamos a pararnos….

Seguro que la mayoría de veces somos como ese hombre que intentaba hacer el bien, pero también tendremos momentos en el que nos equivoquemos y elijamos no hacer las cosas bien.

Con los ojos cerrados, vamos a pararnos en esos momentos que nos portamos mal con alguien: con nuestros compañeros, hermanos… Cuéntaselo a Jesús, sin miedo, sin vergüenza, él te conoce bien.


Jesús SIEMPRE nos va a invitar a poder rectificar y elegir hacer el bien. Para terminar vamos a ir leyendo o repitiendo esta oración para reconocer que Jesús nos ayuda a ser mejores y a elegir siempre el bien.


Te necesito como el agua que llega a los ríos.

Te necesito como el fuego que ahuyenta el frío.

Para sentirme vivo te necesito.

Te necesito.

Te necesito para soñar nuevos caminos.

Te necesito con tu corazón pegado al mío.

Para sembrarme contigo te necesito.

Te necesito porque otro mundo es posible contigo.

Con tu mirada de niño, te necesito.

Evangelio del 28 de septiembre

 Lc 9, 51-56

Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén.

Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: «Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?»

Él se volvió y les regañó y dijo: «No sabéis de qué espíritu sois. Porque el Hijo del Hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos».

Y se marcharon a otra aldea.

Lunes 27 de septiembre

¡Buenos días y bienvenidos al cole un día más! 


Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


En esta mañana le vamos a decir a Jesús que queremos estar junto a él. ¿Y cómo se lo vamos a decir? Pues muy sencillo. En primer lugar, nos sentamos, dejamos todo lo que tenemos entre las manos: los juguetes, las cosas. Ahora guardamos silencio, cerramos las boquitas, juntamos nuestras manos, cerramos los ojos y pensamos en Jesús.


Oh Jesús, tú estás conmigo, qué feliz me siento.

Qué alegre estoy junto a ti.

Gracias por quererme tanto y ayudarme a ser feliz.


En esta mañana vamos a escuchar un cuento preciso llamado "Patricio, el patito parlanchín":


- ¿Por qué crees que el patito parlanchín hablaba tanto?
- ¿Por qué crees que se olvidó de escuchar a sus amigos?
- ¿Crees que era importante que escuchase a sus amigos?
- ¿Por qué crees que sus amigos dejaron de escucharle?
- ¿Cómo crees que se sentían sus amigos?
- ¿Cómo se sintió entonces el patito parlanchín?
- ¿Por qué decidió reunir a sus amigos?
Piensa en alguna ocasión en la que te hayas hablado sin escuchar a los demás: 
 - ¿Cómo crees que se sentían? 
 - ¿Crees que escuchar es importante? 
 - ¿Cómo reaccionaron cuando no les escuchaste?

Piensa en la persona a la que te gustaría escuchar esta semana: a un amigo/a, a tu mamá, a tu abuelo, tu prima, tu tía, un vecino, a tu seño, etc...

Terminamos la oración rezando juntos un PADRENUESTRO

Evangelio del 27 de septiembre


Lc 9, 46-50

Los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante. Jesús, adivinando lo que pensaban, tomó de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante».

Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir». Jesús le respondió: «No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a favor vuestro».

Evangelio del 24 de septiembre

 

Lc 9, 18-22

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»

Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas».

Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»

Pedro tomó la palabra y dijo: «El Mesías de Dios».

Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.

Y añadió: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».


Viernes 24 de septiembre

¡Buenos días, chicos/as!
Saludamos a Jesús y comenzamos unidos a él en este momento con la invitación a la oración: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy queremos hacer una acción de gracias por nuestras manos, porque son una gran bendición para nosotros, ya que podemos emplearlas para muchas cosas.
Jesús quiere que las utilicemos para ayudarnos y para ayudar a otras personas y quiere que aprendamos a hacer cosas buenas con ellas.

¿Has pensado alguna vez, qué podemos hacer con nuestras manos? Con las manos podemos coger, sostener objetos, arreglarnos, trabajar, jugar, relajarnos,…
También, podemos utilizar nuestras manos para comunicarnos; si las levantamos, podemos saludarnos con ellas, si hacemos gestos o señas de dactilología, nuestras manos pueden hablar con personas sordas, que no pueden oír ni hablar.
Otras personas, también utilizan sus manos para ayudarnos a nosotros.

¿Cómo utilizan tus padres u otros miembros de tu familia, las manos para ayudarte? Nuestra familia nos prepara la comida, nos lavan la ropa, juegan con nosotros y hacen con las manos muchas otras cosas para ayudarnos.
Jesús utilizaba sus manos, para bendecir a los niños y a otras personas, como los enfermos, ciegos y sordos.


¡Buen día!


Lectura del 23 de septiembre


Salmo 149

Cantad al Señor un cántico nuevo,

resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;

que se alegre Israel por su Creador,

los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas,

cantadle con tambores y cítaras;

porque el Señor ama a su pueblo

y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria

y canten jubilosos en filas:

con vítores a Dios en la boca;

es un honor para todos sus fieles.

Jueves 23 de septiembre

Continuamos avanzando en la semana, qué mejor forma de hacerlo que unidos junto a Jesús. Respira, salúdale y comenzamos este momento con la invitación a la oración: En el nombre del Padre, del Hijo…

Jesús les contó a sus amigos la siguiente historia:

Un hombre tenía un amigo que guardaba siempre todas sus cosas. Un día se enteró de que su amigo estaba usando y perdiendo sus cosas y le dijo que ya no quería que estuviese con él. Entonces, su amigo se enfadó y empezó a hacer trampas para recuperar todo lo perdido. Cuando recuperó todo aquel hombre no estaba muy contento, pero volvió a ser su amigo porque había sido muy listo.

Los amigos de Jesús estaban tristes porque parecía que Jesús quería que hiciesen trampas. Entonces Jesús les dijo que quería que ellos fuesen listos, pero para hacer las cosas bien y demostrar que se puede ser bueno. Les dijo: decid siempre la verdad, no engañéis, … así seréis mis amigos.  Jesús les enseña a sus amigos que hay muchas maneras de ser listos. Todo lo podemos usar para hacer actos buenos o malos. Sin dudar, Jesús le dice a sus amigos que usen su inteligencia para hacer cosas buenas, para ser sus amigos. 

Vamos a pedirle perdón a Jesús por las veces que nosotros también hemos podido hacer trampas o hemos podido mentir. 

Jesús nos perdona en este momento si somos sinceros y nos da la oportunidad de hacerlo mejor la próxima vez. 

Terminamos rezando un Padre Nuestro todos juntos. Sabiendo lo que decimos, con pausa y poniendo cariño en las palabras que estamos diciendo.


¡Buen día!



Evangelio del 22 de septiembre


 Lc 9, 1-6

Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades.

Luego los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles: «No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto. Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si alguien no os recibe, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa».

Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando el Evangelio y curando en todas partes.


Miércoles 22 de septiembre

Nos encontramos en la mitad de la semana, un momento siempre especial, vamos a intentar vivir estos días con la mayor alegría posible.

Comenzamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


- ¿Qué ha ocurrido en el vídeo que acabamos de ver?
- ¿Cómo se habrán sentido?
- ¿Te gusta ayudar a los demás? ¿y ser ayudado?
- ¿Te cuesta pedir ayuda?
- A tus amigos, ¿sueles ayudarles? ¿por qué?

- ¿Te gusta tener amigos? ¿por qué?

¡Qué bonito es tener amigos, gracias Jesús por cada uno de nuestros amigos!



Evangelio del 21 de septiembre

 

Mt 9, 9-13

Al pasar Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme».

Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?»

Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa ‘misericordia quiero y no sacrificios’: que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores».


Martes 21 de septiembre

Buenos días, venimos al cole muy alegres y te queremos a Ti Señor y a María, que siempre nos escucháis.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Os invitamos a escuchar el siguiente cuento:


- ¿Os ha gustado?
- ¿Qué le recomendaba su mamá a Ona? 

Poniendo en sus palabras mucho AMOR, CARIÑO, PACIENCIA y de forma RESPETUOSA. 

María, nuestra madre del cielo, también le hablaba de esta forma a Jesús. Sus palabras siempre eran cariñosas, tiernas, afectivas, y cuando algo no entendía. lo hacía con paciencia dulzura y amabilidad. 

Padrenuestro.

¡Buen día!

Lunes 20 de septiembre

Buenos días, respira tranquilamente y comenzamos este momento de oración: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Las palabras mágicas

Hoy vamos a escuchar una historia muy antigua que hablamos acerca de un árbol que enseñó a un niño unas palabras que le ayudarían para toda su vida.

Hace mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás.

El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabrasupercalifragilisticoespialidosotan-ta-ta-chán, y muchas otras, pero nada. Rendido, se tiró suplicante, diciendo: “¡¡por favor, arbolito!!”, y entonces, se abrió una gran puerta en el árbol. Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: “sigue haciendo magia”. Entonces el niño dijo “¡¡Gracias, arbolito!!”, y se encendió dentro del árbol una luz que alumbraba un camino hacia una gran montaña de juguetes y chocolate.

El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del mundo, y por eso se dice siempre que “por favor” y “gracias”, son las palabras mágicas.

- ¿Me gusta cuando me piden las cosas por favor y me dan las gracias? 

- ¿Cómo me siento cuando los demás lo hacen conmigo?

Padrenuestro.

Lunes 20 de septiembre

 

Ayer celebramos con la Iglesia la fiesta de

Las mártires escolapias

Lunes 20 de septiembre

 

Las mártires escolapias

Viernes 17 de septiembre

Buenos días a todos. 

¿Cómo te encuentras?, ¿cómo va la semana?,  ¿hay ganas de comenzar un nuevo día?

Comenzamos la oración, proporcionando un estado de tranquilidad, con postura y actitud relajada.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


- ¿Y tú mamá, cuántas mamás tienes?
- ¿Cuál de ellas es la que más te gusta? ¿Por qué?
- ¿Y la más necesitas? ¿Por qué?

Tenemos la suerte de tener a María, nuestra Madre del cielo, ocupa un lugar muy importante en nuestras vidas. Conocemos el mejor camino para llegar a Jesús, a través de sus buenos valores y actitudes. 

¡Gracias María!


¡Buen día!


Viernes 17 de septiembre

Padre nuestro que estás en el Colegio


En los niños, en los padres, en los profes,
En cuantos cargan diariamente a la espalda su mochila
De inquietudes, de proyectos, de expectativas,

Santificado sea tu nombre
Que todos tengan la gracia
De conocer que Tú eres Padre;
Danos el don de vivir y transmitir
la necesidad de encontrarse conTigo
porque Tú nos llenarás de Vida.

Venga a nosotros tu Reino,
la sabiduría de conocer tus caminos,
la certeza de sabernos tus hijos,
la alegría de vernos mejores día a día,
la dicha de ser más hermanos que ayer.

Hágase tu voluntad,
así en el colegio como en la vida.
Que cada hora, cada tarea, cada jornada escolar
Sean un paso adelante
En nuestro encuentro contigo,
En nuestro crecer como personas,
En nuestro ser y vivir
Como cristianos y como franciscanos,
y seamos cada día más tuyos,
más nosotros mismos.

Danos, Señor, la entrega necesaria
para mantenernos ‘en camino’,
para vivir y proponer tu evangelio,
para trabajar según tu voluntad,
para ser felices en tu nombre.

Si algún día olvidamos lo aprendido
si buscamos seguridades lejos de Ti,
si otros dioses nos llevan por otros caminos
o si un día dejamos de buscarte…
perdónanos, Señor,
y déjanos caer, parar, recordar,
volver al camino que nos devuelva a Ti.

No nos dejes caer en nosotros mismos,
No permitas que se apague la inquietud
que nos tiene hoy en tu búsqueda.
Líbranos del cansancio o de la monotonía
Líbranos, por siempre, de perder la alegría. Amén


 

Evangelio del 17 de septiembre


1Tim 6, 2-12

Esto es lo que tienes que enseñar y recomendar. Si alguno enseña otra cosa distinta, sin atenerse a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que armoniza con la piedad, es un orgulloso y un ignorante, que padece la enfermedad de plantear cuestiones inútiles y discutir atendiendo solo a las palabras. Esto provoca envidias, polémicas, difamaciones, sospechas maliciosas, controversias propias de personas tocadas de la cabeza, sin el sentido de la verdad, que se han creído que la piedad es un medio de lucro. Es verdad que la piedad es una ganancia, cuando uno se contenta con poco. Sin nada vinimos al mundo, y sin nada nos iremos de él. Teniendo qué comer y qué vestir nos basta. En cambio, los que buscan riquezas caen en tentaciones, trampas y mil afanes absurdos y nocivos, que hunden a los hombres en la perdición y la ruina. Porque la codicia es la raíz de todos los males, y muchos, arrastrados por ella, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos. Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo esto; practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos.


Jueves 16 de septiembre

¿Preparados para comenzar un nuevo día lleno de aventuras? Vamos a hacerlo de la mejor manera posible del mundo, aprendiendo con Jesús.

Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Cerramos los ojos, relajamos las piernas, los brazos, cogemos aire y lo soltamos lentamente. Inspiramos y expiramos de nuevo y una última vez.

El amor todo lo perdona. Es más fácil perdonar, cuando queremos de verdad.

El perdón te devuelve la alegría, la paz,... Te dan ganas de volver a empezar y te da alas de ilusión. Por eso Jesús nos insiste en que hay que perdonar siempre. El que perdona de verdad, se siente bien consigo mismo, con los demás y con nuestro Padre Dios.


Padrenuestro.


Jueves 16 de septiembre

Oración del alumno



Comienza una nueva etapa en mi vida. 

Sí; Señor. Porque, este momento que voy a inciar, es un período irrepetible. Ya no volverá. 

Lo que no haga, tal vez, nunca tendré la oportunidad de realizarlo.

Lo que haga, repercutirá para bien o para mal en un futuro próximo.

Por eso, Señor, quiero que me acompañes en este inicio del curso:

Que me des ILUSION. Para iniciarlo con optimismo y ambición.

Que me des HUMILDAD. Para acoger todo aquello que sea bueno para mi crecimiento personal, cultural, intelectual y cristiano.

Que me des DOCILIDAD. Para no provocar situaciones que, a la corta o a la larga, puedan condicionar mi vida.

Que me des DELICADEZA. Para tratar con respeto a las personas y a las cosas de alrededor.


Señor;

Tú sólo eres perfecto. Y por ello mismo, porque yo soy hijo tuyo, quisiera que me ayudases a superarme, cada día, en aquello que me haga crecer y prepararme, como persona y como cristiano. 

Amén.

Evangelio del 16 de septiembre

1Tim 4, 12-16

Nadie te desprecie por ser joven; sé tú un modelo para los fieles, en el hablar y en la conducta, en el amor, la fe y la honradez. Mientras llego, preocúpate de la lectura pública, de animar y enseñar. No descuides el don que posees, que se te concedió por indicación de una profecía con la imposición de manos de los presbíteros. Preocúpate de esas cosas y dedícate a ellas, para que todos vean cómo adelantas. Cuídate tú y cuida la enseñanza; sé constante; si lo haces, te salvarás a ti y a los que te escuchan.

Miércoles 15 de septiembre

Buenos días a todos.

Como cada día comenzamos nuestra oración "HOLA" a Jesús y empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Tenemos la suerte y el regalo de poder estar con nuestros compañeros y amigos cada mañana.

Es posible que podamos echar de menos a alguien de nuestra familia, pero no pasa nada porque estamos rodeados de personas que nos hacen felices cada día. Vamos a escuchar esta canción que seguro nos suena.


- ¿Qué te ha parecido esta canción?

¡Gracias Jesús,  por cada uno de nuestros compañeros y amigos!


Miércoles 15 de septiembre



Hoy te invito a pensar sobre algunos 

utensilios cristianos para el curso

Lápiz 

Para apuntar aquello que merezca la pena

Goma 

Para borrar, no del papel y sí de la memoria, lo que nos hace sufrir o paraliza nuestro dinamismo.

Mochila 

Para guardar lo imprescindible para ser feliz: amistad, ayuda, alegría, serenidad, reflexión, paz.

Gafas 

Para no dejar pasar de largo las sensaciones que pueden hacernos más y mejores personas

Sacapuntas 

Para afinar nuestra personalidad, para no “sacar punta” a los defectos de los demás.

Lupa 

Para ser prudentes en nuestros juicios y precavidos con lo que nos dicen y vemos

Agenda 

Para apuntar aquello donde, sin excusa y con valentía, hemos de estar presentes.

Compás 

Para marcar la diferencia entre el bien y el mal, para delimitar aquello que nos puede dañar.

Calculadora 

Para saber sumar aquellos instantes en los que hemos realizado algo por los demás y, por lo tanto, las horas en las que hemos aumentado y no restado felicidad.

Tijeras 

Para cortar, de nuestras palabras y actos, todo aquello que incita a la violencia, al gamberrismo o a la pereza.

Libros 

Para adentrarnos en la sabiduría y adquirir una óptica de la historia y del mundo.

Cruz 

Para comprender que, sin Dios, nuestra educación no es íntegra ni está acompañada por una fuerza suprema.

Para dar testimonio de lo que somos: cristianos.

Evangelio del 15 de septiembre

 Fiesta de la Virgen de los Dolores


Jn 19, 25-27

Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María de Magdala. Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa.

Espadas

La incertidumbre

del «Hágase» sin reservas.

No los «hágase» a medio gas,

los que vienen con peros

los que traen condiciones.

La intemperie de un pesebre,

pobre cuna de paja para un niño.

La inocencia perseguida

por el odio de quien,

en su hambre de poder,

elige el dolor ajeno.

La añoranza del hogar

en tierra extraña

Las palabras difíciles

en el hijo reencontrado.

La murmuración de quienes,

en el muchacho,

hecho hombre,

solo quieren ver un fraude.

La condena al inocente.

El dolor de un amor crucificado.

El cuerpo inerte,

al que te aferras

en último abrazo .

La losa que ciega una tumba

habitada por la muerte.

¿Siete espadas?

Muchas más,

que no han de tener,

en tu vida,

la victoria.


(José María R. Olaizola, sj)



(tomado de Rezandovoy)

Martes 14 de septiembre

 

Buenos días, os invitamos a rezar a través de este cuento, es la historia de un ratoncito:

  • ¿Os ha gustado?
  • ¿Qué le ocurre al ratoncito?
  • ¿A quién le cuenta sus miedos o inseguridades?
  • ¿Cómo solucionó su problema?
Él se sintió arropado y protegido, tras hablar con su mamá. Y nosotros también podemos hacerlo con nuestra mamá en casa y con María, nuestra Buena Madre.

Cuando hablamos con nuestra Buena Madre, María, podemos contarle nuestros miedos, tristezas, alegrías,... Ella siempre nos acompañará y comprenderá. Y os llenará el bolsillo de besos una y mil besos.


Padrenuestro.

¡Buen día!