20 de marzo


 Lucas 18, 9-14:

"El fariseo, erguido, oraba así en su interior: ¡oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano... El publicano, en cambio, sólo se golpeaba el pecho diciendo: ¡oh Dios!, ten compasión de este pecador".


Todos llevamos dentro una dosis de fariseo y otra dosis de publicano.

Lo que dentro llevo de fariseo me lleva a creerme superior a los demás, me lleva al orgullo, al desprecio de los otros, a pensar que me puedo salvar por mis propias fuerzas y con el mérito de mis propias obras.

Nuestro sentimiento de publicano me lleva a la humildad, a reconocerme pecador y a no confiar en mis propias fuerzas.

La actitud farisea siempre estará mal y la actitud del publicano no siempre estará bien.

Está bien reconocer lo que somos, pero reconociendo al mismo tiempo que somos hijos de Dios y que para Él somos muy apreciados y muy queridos. 

Nuestra misma debilidad ha de lanzarnos a la alegría y al optimismo. 

Soy hijo de Dios y mi Padre me quiere y también ama mi debilidad con infinita misericordia. 

Y también con infinita misericordia perdona mi pecado.

Buenos días.

17 de marzo

Lucas 11, 14-23:

"El que no está conmigo, está contra mí; el que no recoge conmigo, desparrama". 


Con frecuencia intentamos compaginar nuestra vida de seguimiento de Jesús con el seguimiento de otros "señores". 

Queremos estar con Jesucristo y recoger con Él, pero también caemos en la tentación de estar en asuntos muy contrarios a Él e intentar también sacar provecho de ellos. 

Lo que pasa es que con Jesús no caben medias tintas. Él nos lo dice muy claro.

Tú quieres fundamentar tu vida en roca sólida y firme. 

Tú quieres recoger auténticos frutos de vida. 

Tú no quieres que tu vida se diluya y se pierda inútilmente. 

Tú no quieres que tu vida se recoja en cisternas agrietadas. 

Pues acércate a Jesús. Recogiendo con Él, no estás desparramando. Estás construyendo en firme y estás recogiendo vida verdadera. Busca hoy la manera de recoger con Jesús y no desparramar ningún momento de este día. 

Buenos días.


Viernes 17 de marzo

Buenos días a todos, hemos llegado al viernes, casi sin darnos cuenta. 

¿Crees que ser solidario tiene algo que ver con cuidar del compañero? Parece que sí, disfruta de este momento y vívelo con ilusión.

Comenzamos este ratito de oración en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Cerramos los ojos, respiramos tranquilamente y saludamos a Jesús.


Ahora con esta tranquilidad, piensa en una persona que los últimos días hayas visto que no está bien... dedícate tu tiempo y, cuando encuentres en tu mente a alguien, párate. Ponle cara y empieza a imaginarle a lo largo del día... las cosas que hace, su actitud en clase, su carácter, cómo suele comportarse con los demás, cómo se comporta contigo,...

Jesús nos quiere hablar a través de la solidaridad, que significa apoyo y ayuda en situaciones difíciles.

¿Qué gesto puedes tener con esa persona?  

¿Qué puedes hacer por ella?

Todos vivimos en un mismo mundo que creó Dios para que viviésemos todos.


¡Buen día!

Jueves 16 de marzo

Buenos días a todos, en este momento de oración respiramos profundamente... y en actitud relajada, comenzamos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Venimos al cole muy alegres y queremos estar contigo Jesús, que siempre nos escuchas.

Hoy vamos a rezar por los REFUGIADOS.

->¿Sabéis qué es un refugiado?

Es una persona que se encuentra fuera de su país (donde ha nacido o donde vive habitualmente), debido a un temor o miedo por la guerra, la persecución,...

En el siguiente vídeo nos lo explica mejor. (Para los más pequeños, intentamos leerle lo más importante)


Compartimos las siguientes preguntas:

-¿Por qué crees que las familias enteras abandonan sus hogares?

-¿Crees que es justo lo que les ha tocado vivir? ¿Piensas que nos podría haber pasado a nosotros o que incluso podría pasar?

-¿Qué podemos hacer nosotros por ellos? ¿Conocemos gente que ayude a estas personas? 


Vamos a pedirle a nuestro Señor Jesús, que nos ayude a abrir nuestros corazones para comprender y atender adecuadamente a los refugiados

(Los niños más pequeños repiten la letra verde)

Señor Jesús, ayúdanos con tu gracia

A eliminar miedos, para que podamos abrazar a cada uno de los refugiados como nuestros hermanos, ya que también son tus hijos.

Señor Jesús, ayúdanos con tu gracia

Ayúdanos a acogerlos, con alegría y generosidad, respondiendo a sus muchas necesidades.

Señor Jesús, ayúdanos con tu gracia

A darnos cuenta de que tú quieres los mismos caminos de paz y justicia para todos.

Señor Jesús, ayúdanos con tu gracia

A compartir nuestra abundancia de alimento, hogares, dones…

Señor Jesús, ayúdanos con tu gracia

A dar testimonio, ejemplo de tu amor a todas las personas, mientras celebramos los muchos dones que ellas traen.