Miércoles 11 de mayo

Buenos días a todos, hemos llegado a la mitad de la semana.

Para comenzar la oración de hoy, te pedimos que escuches el sonido que está a tu alrededor. Cierra los ojos, respira y al soltar el aire, siente la relajación que te deja. Es el momento de que dejes que entre por tu oído todos los sonidos que puedas recibir desde donde estás, presta atención, intenta saber de dónde vienen. Todos ellos nos aportaban información de nuestro entorno.

Cada persona tiene su propio sonido, al hablar, al respirar, al andar, al reír, el latido de nuestro corazón... todos ellos nos hace diferentes. Pensad en esa cualidad que os hace ÚNICOS E IRREPETIBLES. 

En esta canción, encontrarás mensajes que te harán pensar lo importante que eres para los demás, escúchala y recuerda alguna palabra que lo exprese.

Lo que somos, lo que Dios creó en nosotros para hacernos ÚNICOS, eso mismo es lo que necesita este mundo para ser un mundo comprensivo, acogedor... un mundo mejor.

LA MAGIA ESTÁ EN TI, DIOS ESTÁ EN TI

 Padrenuestro

 

Evangelio del 11 de mayo

 


Jn 12, 44-50

Jesús dijo, gritando: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas. Al que oiga mis palabras y no las cumpla yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, esa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo lo hablo como me ha encargado el Padre.

Martes 10 de mayo

Buenos días a todos. Hoy os invitamos a viajar a un lugar del mundo muy especial.

¿Estáis preparados y preparadas?


- ¿Cómo te sientes al hacerlo: colaborar, ayudar, acompañar a otras personas?

Nos despedimos con la siguiente canción:



Hoy terminamos nuestra oración pensando especialmente en estas personas que vamos a ayudar desde la distancia.



Evangelio del 10 de mayo

 


Jn 10, 22-30

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: «¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente». Jesús les respondió: «Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois ovejas mías. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno».