Miércoles 23 de febrero

Hoy, como todas las mañanas, damos los buenos días a nuestro amigo Jesús, cerrando los ojos, respirando profundamente... 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Ahora, en la oración de hoy, vamos a pensar sobre qué significa ser un mejor amigo:

-¿Cómo se porta conmigo?

-¿Me ayuda?

-¿Me escucha?

-¿Me acompaña?

Jesús es nuestro mejor Amigo, porque Él siempre está ahí, tanto si lo necesitamos como si nos olvidamos de Él. Podemos hablar con Jesús cuando queramos y estará ahí para escucharnos. ´El está con nosotros cuando nos despertamos, cuando vamos al colegio; está con nosotros todo el día. Eso es ser un gran amigo, un amigo de verdad, un AMIGO QUE NOS QUIERE Y AL QUE QUEREMOS.


- Alguien puede resumir brevemente el cuento que acabamos de escuchar.

- ¿Qué cayó de entre la bruma un día?

- ¿Cómo era?

- ¿Dónde se metió?

- ¿Brillaba mucho?

Jesús, te pedimos que nos ayudes a ser los mejores amigos, siendo capaces de respetar a los demás, ayudándolos y cuidándolos mucho.

Padrenuestro.

Evangelio del 23 de febrero


Marcos 9,38-40

En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.»

Jesús respondió: «No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.»

Martes 22 de febrero

Empezamos hoy nuestra oración guardando silencio, cierra los ojos y relájate, poniendo las manos sobre las rodillas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Quien tiene un amigo, tiene un tesoro.

¿Sabrías decir qué es un Tesoro? La palabra tesoro, normalmente la utilizamos para referirnos a algo con mucho valor para nosotros y que, por lo tanto, guardamos y cuidamos de manera muy especial, pero...

¿Cuál es tu mayor tesoro?


-¿De qué manera podemos cuidar y ayudar a nuestros amigos?
Le pedimos a Jesús que es el mejor de nuestros amigos, que nos ayude, rezando el Padrenuestro.


Evangelio del 22 de febrero

Fiesta de la Catedra de San Pedro
Mateo 16,13-19

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»

Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»

Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»

Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»

Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.»