Buenos días:
Hoy pedimos de una manera especial por los países que continúan en guerra. Nos cuesta entender que haya personas que no sigan el camino de Jesús, que es el camino del amor, la paz, de la justicia, de la solidaridad, de lo sencillo y lo cotidiano, que es, sin duda, lo más hermoso.
Deseamos con fuerza que abandonen las armas y, de nuevo, brille en sus vidas la armonía, la paz y la tranquilidad.
Padre nuestro.