27 abril

Mateo 5, 13-16:

"Vosotros sois la sal de la tierra... Vosotros sois la luz del mundo". 


Los seguidores de Jesús tenemos la misión de hacerlo presente en el aquí y ahora de la historia. 

Y eso lo hacemos cuando somos lámparas encendidas y sal no mojada que ha perdido el sabor. 

Te invito a realizar hoy un ejercicio al que ya te invité hace algún tiempo: 

          1: Enciende una pequeña lamparita. Y, mientras arde y se consume, piensa qué hace la llama: ilumina, quema, calienta, contagia... Cuando ya tengas que apagarla piensa que tú estás llamado o llamada a ser continuamente en el mundo esa pequeña llamita. 

          2: Coge también unos granitos de sal y contémplalos en la palma de tu mano. Llévate alguno a la boca. Y piensa que también tú estás llamado o llamada a ser continuamente en el mundo ese granito de sal. 

          3: Pide al Señor su fuerza para ser luz y para ser sal. 

Buenos días.