Juan 3, 7b-15:
"Tenéis que nacer de nuevo".
Nacer de nuevo es nacer del Espíritu.
Ser persona de Espíritu es ser persona como el viento: libre, sin cadenas y sin ataduras esclavizantes.
Como Nicodemo, también tú te puedes preguntar: ¿cómo puede suceder eso?, ¿cómo puedo nacer otra vez?.
Y la respuesta es muy sencilla: vuelve a encontrarte con Jesús. Revístete de Él y de la fuerza de su resurrección.
Escucha y medita estas palabras de San Pablo a los cristianos de Éfeso: "Fortaleceos en el Señor y en su fuerza poderosa. Revestidos de las armas de Dios. Ponéos en pie, ceñida vuestra cintura con la verdad, revestidos de la justicia como coraza, calzados los pies con el celo por el Evangelio de la paz, abrazando siempre el escudo de la fe. Tomando también el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo los unos por los otros" (Efesios 6, 10-18).
Así podrás nacer de nuevo y cambiar de vida.
Buenos días.