Marcos 7, 1-13:
"Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí".
Una vez más, Jesús quiere que te mires en profundidad no vayas a caer en el pecado de los fariseos y de los maestros de la ley.
Ellos pensaban que con observar externamente unos ritos y con recitar mecánicamente unas oraciones ya tenían bastante.
Y miraban con malos ojos a quienes, por cualquier razón, rompían algunos de estos preceptos.
No se daban cuenta de que lo bueno y lo malo reside en el corazón de cada ser humano.
Si el corazón está sano brotarán buenas palabras, buenos sentimientos y buenas acciones.
Pero si el corazón está podrido todo lo que de él brote será basura.
Revitaliza tu corazón para que todo lo que brote de él sea vida y vida en abundancia.
La mejor medicina y vitamina para tu corazón es la oración y los sacramentos.
No olvides nunca tu oración diaria y acércate a los sacramentos de la eucaristía y de la reconciliación con frecuencia
Buenos días.