Mateo 5, 13-16:
"Vosotros sois la sal de la tierra... Vosotros sois la luz del mundo".
Los seguidores de Jesús tenemos la misión de hacerlo presente en el aquí y ahora de la historia.
Y eso lo hacemos cuando somos lámparas encendidas y sal no mojada que ha perdido el sabor.
El mundo de hoy necesita la luz del Evangelio de Jesús.
Y también el mundo de hoy necesita el sabor de ese Evangelio.
Tú eres luz. Tú eres sal.
Que tu luz alumbre, que tu luz regale también luz y contagie mucha luz.
Y que tu vivencia del Evangelio de Jesús vaya dando sabor a todo aquello que necesita de la vida, de la alegría, de la cercanía y del cariño.
Procura hoy ser luz y ser sal para todos aquellos que te rodean y para todos aquellos con los que te vayas encontrando a lo largo del día. Buenos días.