¡Hoy es viernes!
Comenzamos nuestra oración, vamos a sentarnos todos bien, con pies en el suelo y con nuestras manitas encima de las piernas.
Vamos a cerrar los ojos y respirar profundamente, muy despacio. Ahora que estamos relajados, empezamos nuestra oración diciendo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
¿Os acordáis del monstruo de colores? Tenía las emociones tan, tan revueltas, que no sabía ni qué le pasaba.
Vamos a recordar su historia:
Podemos compartir con el resto de la clase cómo estamos hoy.Si estamos contentos, tristes, enfadados... o lo mismo un poco contentos, pero también un poco tristes, ¡todo vale!
Padrenuestro.